Dalibor Eterovic

Reforma laboral:falta análisis

Dalibor Eterovic Economista Jefe Grupo Security

Por: Dalibor Eterovic | Publicado: Viernes 26 de junio de 2015 a las 04:00 hrs.
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No es fácil prever el impacto que tendrá la reforma laboral sobre la economía. Si antes se criticaba el uso excesivo de comisiones de expertos para el diseño de políticas públicas, hoy faltan. Con esta reforma, el gobierno espera equilibrar la relación entre trabajadores y empresas, combinando equidad, eficiencia y productividad. Lamentablemente, tengo serias dudas de que se alcance este objetivo.

Primero, la reforma plantea que existiendo un sindicato, este pasa a ser la única organización de trabajadores que puede negociar colectivamente y que, una vez alcanzado acuerdo, los beneficios de la negociación colectiva no podrán ser extendidos a los trabajadores no afiliados sin su consentimiento. Esto genera un fuerte incentivo a la sindicalización. El problema es que dos trabajadores realizando labores similares podrían recibir remuneraciones distintas. Tampoco son claros los efectos sobre las preferencias del sindicato que traerá la incorporación de nuevos trabajadores. Mayor diversidad entre sus miembros podría dificultar la captura política, pero es necesario fortalecer los mecanismos de toma de decisión dentro de la organización.

Segundo, se establece un piso mínimo de negociación, el que sería en principio el contenido en el contrato colectivo anterior. El problema con esto es la mayor indexación que se podría generar en los costos laborales, dificultando la absorción de shocks, si las condiciones económicas cambian significativamente. Mayor rigidez significaría que en períodos de crisis el ajuste vendría en el empleo más que en salarios.

Tercero, se promueven los pactos de adaptabilidad. Contratos laborales más flexibles (horarios y distribuciones de jornadas) incentivan la participación de mujeres y jóvenes, lo que tendría efectos positivos en el crecimiento potencial de la economía. Sin embargo, el quorum mínimo de sindicalización para negociar (30%) es alto y podría disminuir su aplicabilidad.

Finalmente, se establece el fin del reemplazo en huelga. Esto entrega un fuerte poder negociador al sindicato pero a un costo importante para la empresa. Para poner los incentivos correctos, es decir propender a acuerdos en la negociación, estos costos debiesen de ser compartidos en alguna proporción entre trabajadores y empresa.

En conclusión, el proyecto en su estado actual lograría aumentar la participación sindical y su poder de negociación, y en el corto plazo, dada la rigidez para ajustar el capital, incrementaría la participación del trabajo en el producto. Sin embargo, en el mediano plazo, el capital exige su retorno competitivo, lo que se lograría ajustando su oferta a la baja con la consiguiente menor inversión, crecimiento y mayor desempleo estructural. Finalmente, la reforma no parece contar con efectos positivos claros sobre la productividad que lleven a contrarrestar los negativos. Pero creo que se necesita más análisis técnico para evaluarla cuantitativamente. Sin esto, todo lo que queda es la ideología.

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