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DF Conexión a China | Empresas en China con síndrome de Estocolmo

JAMIL ANDERLINI © 2021 The Financial Times Ltd.

Por: JAMIL ANDERLINI | Publicado: Martes 11 de mayo de 2021 a las 04:00 hrs.
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JAMIL ANDERLINI

El síndrome de Estocolmo, llamado así por un famoso robo armado en la capital sueca en 1973, es un fenómeno en el que la víctima de un secuestro o de una toma de rehenes desarrolla sentimientos de confianza, afecto o simpatía por su captor. Es una condición que aflige a gran parte del mundo empresarial y a algunos gobiernos cuando tratan con el Partido Comunista Chino.

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Seguramente describir a empresas exitosas y lucrativas en China como rehenes puede parecer extraño. Pero en sus operaciones diarias, muchas de estas empresas enfrentan el robo de propiedad intelectual, la formulación de políticas impredecibles y predatorias, la vigilancia intrusiva por parte de la policía secreta y la amenaza de prohibiciones de salida o incluso arresto de empleados, los cuales surgen a raíz de disputas comerciales ordinarias.

Debido a que Beijing ha castigado a tantas empresas y países por una variedad de supuestos desaires políticos —desde citar al Dalai Lama en campañas de marketing hasta evitar el algodón supuestamente cosechado por mano de obra esclava—, muchas empresas internacionales en China se sienten como rehenes. Pero tienden a culpar a los políticos, los medios de comunicación o los grupos de derechos humanos en sus países de origen por enemistarse con sus captores. Empresas como Volkswagen, Apple, Starbucks, Nike, Intel, Qualcomm, General Motors y H&M dependen del enorme y creciente mercado chino. Varias han presionado en público o en privado a favor del mismo gobierno que las ha convertido en rehenes.

Aun así, algunas empresas son castigadas. Recientemente, H&M y Nike fueron objeto de boicots de consumidores organizados por el Estado por negarse a utilizar algodón supuestamente producido con mano de obra esclava musulmana uigur en el oeste de China.

Desafortunadamente para las empresas que dependen en gran medida de China, ya no es suficiente guardar silencio sobre los abusos de los derechos humanos, las prácticas comerciales injustas o la interferencia política. Si deseas ganar dinero en la China moderna, debes seguir la línea del Partido Comunista, participar en ostentosas demostraciones de lealtad y ayudar en sus esfuerzos de propaganda a nivel mundial.

La hipocresía y los síntomas del síndrome de Estocolmo no son exclusivos de las empresas. Lo que muchos gobiernos parecen olvidar es que aceptar las demandas de los secuestradores sólo los alienta a tomar más prisioneros.

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