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DF Tax | Impuestos digitales: en la senda equivocada

Camila Flores, diputada RN por la región de Valparaíso

Por: Camila Flores | Publicado: Jueves 12 de marzo de 2020 a las 04:00 hrs.
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Camila Flores

Este año comienza la implementación paulatina de algunas medidas de la reforma tributaria, la cual fue promulgada a fines de febrero. Por ejemplo, a partir de junio se comenzará a aplicar el IVA digital para las plataformas que desde el exterior -o sea, que no estén domiciliadas en nuestro país- presten servicios a personas naturales chilenas.

Dentro de estos servicios de la llamada "economía digital" se encuentran aplicaciones muy populares como Netflix, Spotify y Airbnb. Se trata de empresas no domiciliadas en Chile y, por tanto, hasta antes de la reforma no pagaban ni IVA ni impuesto a la renta (que les corresponde a las compañías locales). La idea es que se iguale la cancha en esta materia -equidad tributaria-, ya que, según el gobierno, los prestadores de servicios digitales deben pagar IVA como cualquier firma establecida en Chile.

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Con este gravamen Chile quedaría como el tercer país con mayor tasa de impuesto digital desde que comience a regir la nueva legislación impulsada por el Ejecutivo. Mientras el ranking lo lidera Uruguay con un 22%, y es seguido por Argentina con un 21%, Colombia y Chile comparten el tercer puesto con un 19%.

En el marco de la nueva ley, las empresas digitales serán las responsables de pagar el impuesto al Fisco. Estas firmas tecnológicas podrán pagar en moneda extranjera, directamente a través de una transferencia internacional y lo podrán hacer de manera trimestral. La recaudación o ingresos serían de más de US$ 240 millones al año.

Considerando la baja recaudación que tendrá este tributo, desde mi punto de vista este impuesto no generará un gran aporte a las arcas fiscales de nuestro país y, por lo tanto, su aplicación no tiene tanta justificación en nuestro sistema tributario. En Chile, necesitamos contar con impuestos que recauden lo suficiente para financiar la amplia cantidad de demandas sociales que tenemos en materia de salud, educación, pensiones, salario mínimo, por nombrar algunas de las más vitales. Una buena alternativa es revisar las exenciones tributarias existentes y considerar impuestos en el mercado de capitales.

Si seguimos la lógica de país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) deberíamos sumarnos a la propuesta de sus pares. Todas sus naciones integrantes apelan a gozar de los mismos criterios para gravar a las empresas de la "economía digital". En vista de ello, como país quedaríamos desalineados respecto de la postura práctica que en esta materia las grandes potencias mundiales pretenden adoptar, justamente aquellas a las que siempre queremos emular y seguir.

Con todo, desde el gobierno se está dando una señal errada y poco eficiente, pues finalmente esta parte del debate tributario tendremos que volver a discutirla en el Congreso en un futuro cercano, para estar acorde con las directrices de la OCDE.

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