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DF Tax | La moral de los impuestos

Claudio Bustos, socio de Bustos Tax & Legal

Por: Claudio Bustos | Publicado: Jueves 30 de septiembre de 2021 a las 04:00 hrs.
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Claudio Bustos

El principal objetivo de los impuestos es solventar el gasto público: construcción de infraestructuras (calles y carreteras, distribución de energía), financiamiento de servicios públicos de salud, educación, seguridad ciudadana, policía, defensa, sistemas de protección social, entre otros. Todo lo anterior representa multas muy loables y deseados por la gran mayoría de la población, pues se trata de actividades que destinan al bien común de la sociedad.

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Si los impuestos tienen por objeto alcanzar el bien común de la sociedad, evidentemente su cumplimiento puede erigirse al nivel de una obligación moral. Podríamos, así, hablar de una "moral de los impuestos". Sin embargo, si el objetivo o finalidad que subyace al cobro de impuestos es tan positivo y beneficioso, cabe preguntarse ¿por qué las personas no pagan o no quieren pagar tributos? Sin duda que puede haber varios motivos para ello, pero probablemente uno de los más relevantes consiste en que precisamente el pretendido objetivo de bien común de los impuestos, en la práctica, no se cumple.

Muchas personas dejan de pagar impuestos por desconocimiento de la normativa, debido a una asesoría deficiente o porque han sido poco acuciosos o diligentes en el tratamiento de sus negocios, pero también existen aquellos que de manera consciente y deliberada buscan pagar la menor cantidad de impuesto posible .

Estos últimos, enfrentados al escrutinio público por su falta de moralidad contributiva, muy probablemente alegarían que los impuestos no han sido destinados a los fines de bien común esperados, pues no hay mejora significativa en los servicios públicos (educación, salud, administración pública), ni aumento en la seguridad ciudadana, ni una mejora en estándares sociales. En suma, argumentarían que la expectativa razonable de cualquier contribuyente respecto a que sus impuestos sean bien invertidos y gastados por el Estado, se frustra permanentemente.

¿Tienen derecho los contribuyentes a exigir que el Estado invierta de manera eficiente los recursos provenientes del pago de sus impuestos? Por supuesto que sí. Aun cuando no pueden eximirse del cumplimiento de sus obligaciones tributarias, las personas sí tienen derecho a ver la materialización de sus impuestos en obras de bien común, y no desperdiciados en una mayor burocracia o aumento de la denominada "grasa" estatal. Así como las personas son moralmente responsables de pagar impuestos, también el Estado es moralmente responsable de invertir los recursos fiscales de la manera más eficiente posible, para contribuir a satisfacer las necesidades colectivas de la sociedad.

¿Por qué en ciertos países desarrollados los contribuyentes están disponibles a pagar tasas de impuesto de hasta un 70%? Probablemente, la respuesta está en la eficiencia de tales Estados para manejar el gasto fiscal, de tal manera que los ciudadanos pagan impuestos sabiendo que hay servicios eficientes y de calidad concretos que se financian con ellos, y que sirven a todos. De ellos debemos aprender.

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