Dilemas éticos en la industria financiera

Avanzar hacia una banca sustentable requiere administrar y gestionar los desafíos y riesgos que se presentan día a día en las instituciones financieras. Es justo decir que este sector ha sido pionero en la implementación de programas de compliance, sin embargo, lo logrado no es el final del camino, sino el inicio de uno nuevo.

No es suficiente quedarse, por ejemplo, con códigos de ética y sistemas de gestión del riesgo, porque nunca serán capaces de recoger la amplia variedad de situaciones que se presentan en todos los niveles de una organización. Los manuales quedan cortos ante lo que nadie pensó que podría ocurrir. Ahí es donde los principios individuales se ponen en juego, al contrastarse con lo que cada uno estima que sus superiores le demandarían hacer en cada ocasión. Es decir, con el contexto cultural de cada empresa. Si lo que se escucha y demanda es sólo la rentabilidad y los resultados de corto plazo, se abren las puertas para que ejecutivos o gerentes escojan el camino de máxima rentabilidad, sin consideraciones sobre si la forma de llegar a ello es antiética o incluso ilegal.

Cuando un ejecutivo de cuentas ve que uno de sus clientes hace ingresos mucho mayores a los normales a su negocio, ¿alza la voz arriesgando los buenos resultados que está obteniendo para su evaluación? Cuando un gerente detecta un error menor en sus procesos que afecta las metas anuales, ¿lo reporta arriesgando los bonos de su equipo? Cuando un director sabe que bajará el precio de las acciones de su empresa, ¿le avisa a su hermano con problemas económicos que tiene invertido sus ahorros ahí? Las respuestas a estas preguntas no dependen sólo de la fortaleza de las convicciones personales, sino también de las señales culturales que la empresa ha construido, entre las cuales destacan los incentivos. Fue justamente una cultura e incentivos deficientes los que causaron que miles de ejecutivos de Wells Fargo crearan medio millón de cuentas corrientes adicionales a clientes que no las habían pedido, para así cumplir con sus metas. No eran miles de rufianes que lograron sortear los procesos de selección de personal, sino los hijos de una cultura nociva que convenció a personas honradas de que era más importante el resultado que la ética y la legalidad.

Utilizar la perspectiva de los dilemas o situaciones complejas, como ejercicio para evaluar posibles reacciones ante situaciones hipotéticas en todos los niveles de la empresa, permite explorar lo que hay más allá del compliance basado en manuales y checklists, construyendo el puente para llegar a la discusión real, de fondo, que tiene que ver con la cultura corporativa y el permanente rol de los líderes de la empresa en proponerla, construirla, evaluarla, corregirla y fortalecerla.