El desafío digital de las empresas ante un adulto mayor activo

Ricardo León

Al 2050 la población mundial mayor de 60 años será más del doble de la actual. Todos los países están experimentando un crecimiento sostenido en el número y proporción de adultos mayores en sus poblaciones y, globalmente, creciendo más rápido que los grupos etarios jóvenes. En Chile, según el INE, ya existen 80,9 personas con 60 años o más por cada 100 menores de 15 años.

Sin embargo, este grupo es el más vulnerable a la exclusión digital. Nuestro estudio “Brecha en el uso de Internet: una expresión de la exclusión social” muestra que sólo el 31,5% de los adultos mayores de nuestro país es usuario de Internet. Esta situación se enmarca en un mundo cada vez más digitalizado e interconectado, donde dos tendencias son clave: el envejecimiento de nuestra población y la automatización del trabajo por las nuevas tecnologías digitales.

Los lugares y entornos de trabajo están demandando nuevas habilidades, las del siglo XXI, y menos las del siglo pasado, las automatizables, aumentando exponencialmente el riesgo que los adultos mayores, trabajando ahora o en el futuro por una edad de jubilación retrasada, sean excluidos de la economía del futuro.

Los adultos mayores están dispuestos cada vez más a permanecer o volver a los lugares de trabajo. Invertir en ellos a través de programas o estrategias dedicadas, los ayudará a reformarse y obtener nuevas habilidades disponibles para la fuerza laboral del futuro, agregando mayor vitalidad y experiencia al entorno laboral. Los estudios internacionales muestran que las personas de la tercera edad poseen habilidades claves en mejora del negocio y marca, consolidación de conocimiento y fidelidad en tiempos inestables, e incluso, si la fuerza laboral es diversa en edad, puede reducir los costos al aumentar el compromiso organizacional y su rotación de personal.

Los mayores de 60 años son actores esenciales capaces de aprender y adquirir habilidades digitales, siempre y cuando la motivación y los beneficios del uso de las TIC estén presentes. La sociedad no puede cegarse al hecho de que grupos de ciudadanos estén excluidos del desarrollo de habilidades que les permiten mantener y mejorar su vida social, acceder al sector de salud, emprender, disfrutar de integridad, independencia y recreación cultural – vivir una vida íntegra, es el objetivo que como sociedad debemos lograr con nuestros adultos mayores.