El tiempo de los filósofos

Paula Meneses, #SoyPromociona

"Creo que es el tiempo de los filósofos". Cito al ministro Jaime Mañalich, porque independiente de la percepción que podamos tener acerca de su gestión, podemos convenir que esta frase para la mayoría de los que nos movemos en el mundo corporativo, puede sonar lejana a la realidad, e incluso, desconocida.

En un mundo donde predomina la ciencia, la tecnología y la transformación digital, la filosofía parece ser algo de siglos pasados y no tener espacio. ¿Qué es la filosofía? Proviene del griego y se compone de dos palabras: "philos" (amor) y "sophia" (pensamiento, sabiduría, conocimiento) y, en esencia, podríamos decir que es la generación de ideas mediante el ejercicio de la reflexión, análisis y crítica acerca del comportamiento humano.

Es en este punto donde quisiera destacar la importancia del pensamiento reflexivo, analítico y crítico, con una visión ética y orientación moral que nos proporcione recursos para vivir mejor en lo individual, pero también en lo colectivo. Este tipo de pensamiento, desde el estallido social en Chile, y más aun sumándole el escenario mundial actual, se hace hoy más necesario que nunca.

El contexto económico está marcado por la caída histórica del Imacec en abril (desplome de 14,1% respecto al mismo mes año anterior). El desempleo en Chile en el trimestre móvil febrero-marzo-abril, alcanzó su mayor cifra de los últimos 10 años y se anticipa una caída de la inversión de -3,4% para el próximo año, la cual -de concretarse- sería la mayor contracción desde 2014. Por el lado de los ciudadanos, el panorama no se ve mejor: de acuerdo a la encuesta Cadem de la segunda semana de mayo, el 74% de los encuestados cree que el país va por mal camino, un 92% tiene expectativas de empleo malas o muy malas. El Índice de Confianza del Consumidor se desploma a mínimos históricos, el 83% está de acuerdo en que la desigualdad es la gran deuda pendiente de la sociedad chilena, y a las marcas se les exige un rol social, humanitario y, además, que sean conscientes de su impacto medioambiental.

Ante este contexto, ¿qué tipo de liderazgos son los que necesitamos hoy para salir fortalecidos como sociedad? Necesitamos líderes "filósofos", con pensamiento crítico y conectados con el contexto del país, con la realidad de los trabajadores y familias, y que sean capaces de ir más allá de sus intereses particulares, que sepan distinguir entre lo legal y lo moral. Los líderes que necesitamos deben estar conectados y comprometidos profundamente con un propósito, lo que se convierte en la clave para lograr movilizar y empujar los cambios que queremos y necesitamos como país y como sociedad.

Mi invitación es a filosofar más y realmente tener espacios de reflexión, análisis y crítica, desde el nivel personal, pasando por el familiar y también a nivel laboral. Buscar cuál es el propósito que nos mueve y desde ahí ejercer el liderazgo. Preguntarnos por qué existimos y cómo en el continuo ejercicio de la toma de decisiones aportamos o no al propósito que tengamos.

Para terminar, cito a Simon Sinek: "No es lo que haces, es por qué lo haces. Las personas que han cambiado el mundo tienen algo en común: actúan pensando en el motivo final de sus actos" y esto nuevamente me lleva a pensar que, hoy más que nunca, es el tiempo de los filósofos.

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