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Empresas familiares: conservadoras, pero rentables

Ashley Kindergan The Financialist, Credit Suisse

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Se suele decir que las empresas familiares son conservadoras, que valoran la permanencia en el tiempo antes que las ganancias rápidas y que su rendimiento es menos volátil que el de las empresas no familiares. Credit Suisse Research Institute puso a prueba este estereotipo creando un índice con más de 920 empresas de todo el mundo valoradas en, al menos, US$ 1.000 millones y en las que los miembros de una misma familia posean al menos el 20% de las acciones.


Credit Suisse concluyó que las ventas de las empresas familiares aumentaron un 10% interanual desde 1995, en comparación con el 7,3% de las empresas que cotizan en el índice MSCI ACWI, formado por empresas de alta y mediana capitalización en mercados emergentes y desarrollados. El estudio demostró que las empresas familiares son más prudentes con el gasto y que realizan fusiones y adquisiciones más inteligentes. Desde 1990, las empresas del índice gastaron un 60% menos en M&A en comparación con las no familiares y la rentabilidad de la inversión en términos de flujo de caja en los tres años posteriores a una adquisición fue, en promedio, un 21%. En las no familiares un 9%. El crecimiento post adquisición también fue superior en los negocios familiares: 22% versus 7%.


Las empresas familiares gastan un 30% menos en investigación y desarrollo, y alrededor de un 5% menos como porcentaje de ventas. En Estados Unidos, las empresas familiares gastan un 16% menos en I+D como porcentaje de ventas pero la rentabilidad de los fondos propios es sólo un 2,5% menor. Una desventaja desde el punto de vista de los accionistas: las empresas familiares abonan dividendos más bajos y los aumentos son menos significativos.


El Research Institute atribuye las diferencias a que los objetivos de las familias para sus empresas son diferentes a los que tienen directivos y consejos formados por ejecutivos. Las familias desean conservar la propiedad y crear empresas duraderas y las variaciones a corto plazo en el precio de las acciones no son tan importantes.


Última cosa: a los inversores les va mejor cuando invierten mientras el fundador está a cargo pues el crecimiento tiende a aminorar cuando llegan la segunda o tercera generación. Los fundadores gestionan cuidadosamente sus empresas para transmitir un negocio sólido a sus hijos y nietos. Pero no todo el mundo tiene la suerte de heredar la capacidad para sacar adelante una empresa.

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