En Chile se ahorra poco… pero se ahorra bien

Luego de una maratónica jornada de trabajo en el Chile Day el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, comentó que los principales temas de interés de los inversionistas son la situación fiscal y los posibles cambios al sistema de pensiones. Lo de la situación fiscal era esperable, ya que uno de los sellos de nuestro país es la responsabilidad fiscal.

Pero, ¿cómo habremos quedado al hablar de los cambios al sistema de pensiones? No debe haber sido fácil para el ministro responder las inquietudes de los inversionistas. ¿Cómo explicar la necesidad de crear una AFP estatal? ¿Cómo hablar de comisiones ocultas cuando éstas se publican en los sitios de la SVS?

Los inversionistas siguen una lógica simple. Un objetivo claro que tenga sentido y que se implementen las medidas para lograr ese fin. Más ciencia, menos ideología. Más soluciones técnicas, aunque tengan menos likes en facebook. Más opinión de expertos de verdad, menos de twitteros. Si el objetivo es mejorar el sistema de pensiones, hay que partir por un diagnóstico correcto y luego, usando la experiencia comparada, hacer los cambios para mejorarlo.

Afortunadamente, gran parte de ese trabajo ya está hecho. El índice Global de Pensiones Melbourne Mercer, que acaba de ser publicado en su versión 2016, es la comparación más completa de los sistemas de pensiones globales. ¿Qué tan bueno es nuestro sistema de pensiones? Chile se ubicó en el noveno lugar entre los 27 países evaluados, cayendo un lugar comparado con el año pasado, y obteniendo nota B (los únicos con nota A fueron Dinamarca y Holanda). Una nota B significa que es un sistema que tiene una estructura sólida, con numerosas características positivas, pero tiene algunas áreas de mejora.

La calificación depende de tres variables: adecuación (nivel de pensiones), sostenibilidad (cobertura, activos de los fondos, nivel de contribuciones obligatorias, deuda pública) e integridad (regulación, gobernancia, costos y protección del sistema).

Donde Chile resulta mejor evaluado es en sostenibilidad, siendo el quinto mejor del mundo. También obtiene un buen lugar (octavo) en integridad, lo que muestra que el problema principal del sistema chileno no está en sus costos, ni en cómo se gobierna, ni en la responsabilidad en el manejo de los fondos.

El gran problema está en la adecuación. Ahí estamos en el puesto número ¡diecisiete! Aunque suena algo ridículo, Chile tiene un buen sistema de pensiones, pero que genera pensiones inadecuadas. La razón de esta supuesta contradicción es simple: en Chile se ahorra poco, pero se ahorra bien.

Si queremos mejorar nuestro sistema, debemos escuchar las recomendaciones del índice, que desde 2009 nos sugieren elevar el nivel de las contribuciones obligatorias para mejorar la tasa de reemplazo neta, aumentar el nivel de ahorro en los hogares, incrementar la edad de jubilación para hombres y mujeres, y continuar revisando las pensiones mínimas de las personas de menores recursos. Eso debiera ser el corazón de la reforma de pensiones.

Si nos enfocamos en eso podremos decir orgullosos a la comunidad internacional que tenemos nota B, pero que estamos trabajando para sacarnos una A.