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Envejecimiento y automatización

Constanza Daniels Gerente General Fundación Oportunidad MayorL

Por: Constanza Daniels | Publicado: Martes 5 de marzo de 2019 a las 04:00 hrs.
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Constanza Daniels

El mercado laboral enfrenta dos tendencias sin precedentes en la historia de la humanidad: el envejecimiento de la población y la automatización del trabajo. Aunque ambos fenómenos son en principio positivos -pues vivimos más y aumenta la riqueza, producto de las innovaciones tecnológicas-, también suponen un gran desafío y una enorme capacidad de adaptación de parte de todos los que somos laboralmente activos.

El riesgo más alto es la posibilidad de que un número importante de trabajadores se vuelva “obsoleto”, con pocas posibilidades de permanecer y/o reincorporarse de manera productiva a la economía. Y ahí cabemos todos, no solo las personas mayores, que erróneamente suelen considerarse más vulnerables a este nuevo orden… Sin embargo, creemos que la automatización también presenta grandes oportunidades, sobre todo en materia de productividad e innovación. Y estamos convencidos que aquellos que tienen competencias laborales que no son automatizables, como el criterio para tomar decisiones o el manejo de la calma en situaciones de crisis, tienen mucho que aportar en estos nuevos tiempos.

Obligar a hombres y mujeres a retirarse a cierta edad porque no son nativos digitales, refleja una enorme falta de visión. Las personas mayores pueden hacer un aporte significativo no solo en el terreno de la ejecución, sino también en la estrategia y visión de futuro. Por eso, en lugar de forzarlos a retirarse, los empleadores debieran crear las condiciones para que las personas mayores puedan seguir activas en trabajos flexibles, amigables e intensivos en conocimiento.

Es fundamental también promulgar políticas de empleo que faciliten la participación de las personas mayores en el mercado laboral; y es urgente que existan programas de capacitación que permitan que aquellos que deciden seguir trabajando después de la edad de retiro, lo puedan hacer sin perder vigencia. En ese sentido, creemos que una mayor flexibilidad laboral y/o el teletrabajo son herramientas muy eficientes para promover la inclusión.

La automatización seguirá transformando el modo en que trabajamos, pero nunca hará que el conocimiento, el talento y la experiencia se vuelvan irrelevantes. Aunque en el futuro quizá haya menos trabajos repetitivos y de bajo nivel de habilidades, las empresas siempre requerirán la perspectiva, las ideas y la orientación de quienes vinieron antes. Esperamos que hacia adelante cumplir 65 años sea una razón para celebrar la experiencia y no para despedirse de ella.

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