Era digital: hora de arriesgarse

Andrea Meneghetti

Es innegable que hoy el mundo se encuentra en una vorágine de cambios sin precedentes. Frente a este escenario, se hace imperioso comprender la transformación digital no tan solo como una digitalización de la vida cotidiana, sino desde las oportunidades que nos brinda a las organizaciones para alcanzar metas como la inclusión, la innovación, la colaboración y la gestión cultural. Tales temas son tan recurrentes, que en el último tiempo se han transformado en materia central de congresos, seminarios y encuentros empresariales.

Este fenómeno no es más que el resultado de los profundos cambios que estamos viviendo como sociedad, tanto en el ámbito público como privado, y que nos ha puesto como testigos privilegiados de una nueva época que apoya firmemente el pluralismo en todos los espacios sociales. La era digital, desconcertante para algunos y fascinante para otros, ha impulsado a los líderes de negocios e industrias a apostar por nuevas reglas inspiradas en el cambio tecnológico, pero también ha presentado el desafío de asumir uno de los valores fundamentales y característicos de esta generación: la diversidad.

En un mundo altamente globalizado y saturado de información, la diversidad se erige como el valor trascendental para avanzar y seguir el camino del progreso. ¿Por qué? Porque en este contexto de constante cambio se torna crucial incluir perspectivas distintas y escuchar voces nuevas que entreguen riqueza a las conversaciones y cimenten las bases de los desafíos que las organizaciones tienen por delante. Pero, por sobre todo, asimilar la diversidad nos obliga a cuestionarnos y mover los límites de lo posible.

Todo cambio ofrece opciones: podemos continuar operando de la misma forma, con estrategias de negocio conocidas y aprendidas, u optar por cuestionarnos las fórmulas que durante muchos años nos llevaron al éxito y preguntarnos por el sentido de lo que hacemos, desestabilizando incluso las creencias y valores más arraigados que tenemos sobre cómo debemos funcionar. Este proceso nos permitirá anticiparnos a los nuevos desafíos globales como negocios digitales, innovación tecnológica y participación laboral.

Sabemos que emprender esta tarea no es fácil. Es, ante todo, un camino de valentía, que requiere que estemos dispuestos a tomar rumbos desconocidos con alto riesgo a equivocarnos, nos exige voluntad para aprender y desaprender lo conocido, para así explorar distintas formas de hacer las cosas, y nos expone a mostrar vulnerabilidad y humildad frente a estos nuevos escenarios llenos de oportunidades.

En esta materia, la mujer debe tener un rol central en la transformación de las empresas en la era digital y consolidarse como agente de cambio. Las mujeres han demostrado tener características y habilidades destacadas para liderar estos procesos: alta capacidad de adaptación, un agudo sentido de la empatía, criterio para desarrollar proyectos y colaborar en grupos de trabajo, y habilidad para movilizar e integrar a un equipo para alcanzar un propósito colectivo, más allá del objetivo personal.

Al parecer, llegó la hora de arriesgarse. No se puede esperar más. Es necesario sacudirnos de lo establecido y entender que este nuevo mundo, cambiante y lleno de múltiples oportunidades, nos ofrece desafíos que se deben enfrentar integrando distintas visiones de mundo e incluyendo en los espacios de toma de decisiones empresariales estas nuevas voces y, así, conquistar la pluralidad en su sentido más amplio.

*PROMOCIONA es un programa de formación de ejecutivas que amplía sus capacidades y habilidades directivas para ocupar cargos de alta responsabilidad en las empresas. Es implementado por CPC, Icare, Subsecretaría de Economía, Subsecretaría de la Mujer, +Mujeres, BID y Universidad Adolfo Ibáñez.