Ética y transparencia: pilares del gobierno corporativo

El segundo semestre de 2017 se presenta con grandes retos, pero también con grandes expectativas. Es inevitable mirar hacia atrás y no poder concluir los impactos generados por la falta de sólidos gobiernos corporativos en las compañías. Sin embargo, no podemos desconocer que esa misma falta ha puesto como prioridad los conceptos de ética y transparencia.

En cuanto a la ética en el terreno empresarial, ésta hace referencia al conjunto de valores y principios utilizados para ofrecer un servicio de calidad a la comunidad: buen comportamiento, control de los abusos de poder, y eliminación de prácticas corruptas, entre otros. Con respecto a la transparencia, podemos hablar de la necesidad de los ciudadanos de estar más informados y de la obligación de las instituciones de ofrecer respuestas a sus preguntas. Y es que la creciente demanda de claridad, coherencia y compromiso hacia las organizaciones públicas también se extiende al terreno empresarial.

Existe una grave crisis de valores que se refleja en todos los ámbitos sociales y los ciudadanos muestran menos tolerancia ante los comportamientos poco éticos de las compañías. Vivimos una época que Andrea Bonime-Blanc define en su “Manual de Riesgo Reputacional” como la era de la hipertransparencia. Más que nunca la transparencia se ha vuelto necesaria para el buen ejercicio de las empresas y es fundamental para lograr la confianza de la sociedad y los diferentes grupos de interés. Es necesario recuperar valores éticos para superar los problemas cotidianos a los que se enfrenta el tejido empresarial. La pregunta es ¿cómo hacerlo?

No debemos olvidar que no sólo los dueños de una empresa son actores activos, también lo son sus trabajadores, clientes, proveedores y la sociedad en general; ya que sus actividades impactan económica, ambiental y socialmente en su entorno. Por ese motivo, es fundamental la integración de los grupos de interés, su conocimiento y su engagement, para una mirada proactiva de escucha e integración de sus necesidades.

A través del diálogo con todos los actores que impactan o son impactados por una empresa, la organización saldrá beneficiada, fortalecida y con un aprendizaje gracias al intercambio de diferentes puntos de vista y experiencias. Esto es crucial, ya que la importancia y desarrollo sostenible de una empresa en el tiempo se basa en el pilar reputacional que construye integrando además el respeto a las personas, a la comunidad, el cuidado del medio ambiente, como elementos fundamentales en toda la cadena de valor. Hablar de stakeholder engagement es hablar de relaciones necesarias para el desarrollo de la propia actividad empresarial.

Aunque aún queda camino por recorrer, es el momento de profundizar el cambio que viven las empresas. Con un mercado cada vez más exigente, el eje de las organizaciones debe basarse en comportamientos éticos y en políticas transparentes que aporten valores diferenciadores y mejoren la relación actual de las compañías con sus empleados, sus clientes y la sociedad en general. Es por lo anterior que al directorio se le presenta este gran desafío y, a la vez, una gran oportunidad de incluir en su agenda el desarrollo sostenible en el tiempo de las empresas.