Excedentes de cotización y coherencia política

Victoria Beaumont, Fundación Politopedia

El sábado 22 de septiembre se publicó en el diario oficial la ley que modificó el uso y administración por parte de los afiliados de Isapre de sus excedentes de cotización de salud.
Si bien se trató de una modificación legal que contemplaba un artículo único, su implementación presentará desafíos en el corto plazo, y especialmente por la relevancia ideológica que implica este cambio. Constituyéndose en la señal política en defensa de la propiedad individual más explícita de los últimos años.

La nueva Ley permite que los montos correspondientes al 7%, destinados por ley a financiar el componente salud de seguridad social, que excedan el precio del plan y que no sean utilizados para los fines que la ley determina, esto es pago de cotizaciones adeudadas, prestaciones de salud u otros gastos relacionados al ítem salud, sean devueltos al cotizante en su cuenta corriente y para su libre uso.

Entre los impactos directos de esta medida podemos destacar dos: el primero es que dichos montos, al formar parte de la cotización obligatoria, hoy cuentan con exención tributaria y por ende con su devolución se estaría constituyendo un beneficio en impuestos a un segmento determinado de cotizantes de las Isapres.

Es importante destacar que quienes suelen tener más excedentes de cotización son hombres jóvenes entre 25 y 39 años representando el 50% de los fondos remanentes en el año 2018 versus solo el 21%, transformando esto en un incentivo para el ingreso y permanencia de dichos cotizantes en el sistema privado.

Constituye una nueva diferenciación entre cotizantes, alejando aún más la convergencia de ambos sistemas, toda vez los afiliados de Fonasa aportan íntegramente su 7% al fondo de salud y con este proyecto se estaría aprobando la libertad de uso de parte del 7% a los cotizantes de Isapres.

Este reconocimiento de la propiedad de los cotizantes sobre el uso libre de sus excedentes del 7%, constituye una ruptura ideológica radical a los límites que hoy la ley impone al financiamiento de la seguridad social y al modelo de financiamiento solidario que se promovía en la inicial reforma a las Isapres, y que será muy difícil de revertir llegado el momento de la nueva discusión.

Si bien se ha declarado por parte del ministerio de salud que esta ley tendría corta duración, toda vez se incorporaría solidaridad al sistema Isapre en la próxima reforma, no es sano para la institucionalidad, ni coherente con la imagen del trabajo parlamentario eliminar un derecho otorgado por unanimidad de ambas cámaras a menos de un mes de publicado en el Diario Oficial.