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Fortalecimiento de las buenas prácticas: el caso de Enap

Ricardo Jungmann

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El tema de la sustentabilidad es un aspecto relevante que muchas empresas están incorporando como parte de su gestión. Lo anterior implica que ya no sólo es relevante producir, sino también, cómo se produce. En este sentido, hoy se exige contar con empresas transparentes, éticas y responsables, lo cual se traduce en el mejor activo que se puede tener: la reputación.

En relación a esto, hay empresas chilenas que han estado trabajando para responder a estos nuevos desafíos que exige la sociedad, dentro de los cuales destaca el caso de Enap, a través de su Programa de Buenas Prácticas.

Este Programa ha implicado la creación de una Gerencia de Ética y Cumplimiento (Compliance), la cual se ha centrado en una serie de acciones preventivas, tales como contar con un Código de Ética, capacitaciones presenciales a trabajadores, encuestas de buenas prácticas, implementación de canales de consultas y denuncias, creación de un Comité de Ética y la elaboración de políticas internas que permitan conocer cómo actuar frente a situaciones complejas.

Y los primeros resultados ya están a la vista: los canales de consultas y denuncias recibieron más de 100 casos en su primer año, y en las encuestas efectuadas a los trabajadores, más de un 85% reconoce que un programa efectivo de Compliance contribuye al desempeño exitoso de la empresa. Actualmente, asimismo, la empresa está trabajando en dos frentes: por una parte, se están implementando políticas de RSE que permitirán un mejor relacionamiento con las comunidades y, por otra, se está desarrollando un programa de prevención de delitos, el cual luego se someterá voluntariamente a un proceso de certificación. Externamente los resultados también son alentadores, por cuanto diversas evaluaciones y rankings -como el Premio Transparencia Corporativa 2013- han situado a Enap como una de las empresas públicas con mayores estándares de transparencia.

Un Programa de Buenas Prácticas no se agota, sin embargo, con lo anterior. Existe evidencia que la construcción de una verdadera cultura de buenas prácticas puede tardar varios años en consolidarse en una empresa. De esta forma, lo más importante es dar el primer paso y atreverse a asumir el desafío de trabajar en la construcción de estas mejores prácticas, donde la ética y el cumplimiento sean una preocupación central dentro de cualquier gobierno corporativo. En lo anterior, Enap entendió el desafío y hoy ya puede exhibir sus primeros resultados.

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