Guillermo Carey

Piratería: un desafío país pendiente

Guillermo Carey Presidente AmCham Chile

Por: Guillermo Carey | Publicado: Viernes 24 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Es interesante observar la forma en que Chile ha ido avanzando en temas de innovación, con creativos aportando nuevas ideas desde diversos sectores. El país se ha ido incorporando a la economía del conocimiento, pero ésta también exige una estrategia de propiedad intelectual capaz de enfrentar los desafíos de la globalización, entre ellos, promover conciencia sobre el daño de acciones como la piratería.

La falsificación de productos usualmente se vincula con la industria del entretenimiento, si bien es una situación que involucra a la gran mayoría de los sectores productivos. La piratería viola la propiedad intelectual porque se aprovecha de la inventiva y prestigio ajenos, y esto involucra a diferentes tipos de productos, entre ellos, programas informáticos, equipos electrónicos, películas, ropa y obras literarias. Según un informe de 2016 de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el comercio de productos falsificados y pirateados tiene un impacto económico de US$ 461 mil millones anuales, es decir, el 2,5% del comercio mundial.

Chile tampoco es ajeno a esta realidad. Cifras de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) señalan que en 2015 se produjeron $ 3.500 millones de pérdidas producto de la piratería. Una situación similar se puede apreciar en la TV paga, ámbito en donde Fox Network Group Latinoamérica ha detectado que para Chile existe un impacto de alrededor de US$ 60 millones por concepto de menor recaudación fiscal.

La piratería y el no respeto de los derechos de propiedad intelectual son una amenaza para todos los países, incluyendo a Chile. Implica malas prácticas, eludir impuestos y el financiamiento de asociaciones ilícitas y criminales. Afecta directamente a usuarios y consumidores, ya que atenta contra el esfuerzo de creadores, innovadores y emprendedores. También perjudica nuestra productividad en sectores como la exportación de softwares y servicios.

El desafío contra la piratería es grande, más aún al tener presente que la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR) ha señalado que Chile tiene que avanzar en acciones para salvaguardar la propiedad intelectual e industrial, compromisos estipulados desde la suscripción del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2003. Para ello, tenemos que promover el desarrollo de medidas concretas. Una de ellas es el proyecto de ley que modifica la Ley General de Telecomunicaciones que está en discusión en la Cámara de Diputados, cuyo principal objetivo es sancionar a quienes realicen decodificaciones ilegales de televisión satelital de pago. También tenemos que seguir mirando hacia adelante a través del desarrollo de campañas educativas contra la piratería y para lo cual podría ser de gran ayuda el vínculo con otros países más adelantados en esta materia como México y Perú.

En AmCham Chile comprendemos que luchar contra la piratería requiere nuevos consensos y para ello es clave poder conformar una mesa de trabajo colaborativo entre el sector público y privado, y con el liderazgo del gobierno, para avanzar en el desarrollo de procesos y regulaciones que desincentiven la comercialización de productos falsificados. Actualmente, integramos la mesa de debate Piratería en la TV de pago: la llegada del 5º actor, liderada por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Direct TV, que busca consensuar puntos de vista sobre la piratería en la industria audiovisual entre actores del ámbito público, privado y académico. Este espacio ha sido muy interesante porque no sólo nos invita a hacernos cargo de un tema clave para la futura competitividad del país, sino que también nos hace presente la irrupción de nuevas tecnologías que impactarán en los derechos de creativos y ciudadanos.

La piratería es una acción que no sólo afecta a una industria determinada, sino que es parte de una problemática transversal y social. Debemos enfrentarla con una visión de futuro en la que será clave la educación y el involucramiento de diversos actores, teniendo presente una mirada de agenda pública en beneficio de todos los chilenos. Sólo así podremos generar acciones contra la piratería y los hechos delictuales que se producen a partir de ésta.

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