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¿Hay razones para mantener la reserva técnica?

Enrique Marshall Presidente BancoEstado

Por: Enrique Marshall | Publicado: Martes 27 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Enrique Marshall

La reserva técnica es una disposición introducida a la Ley de Bancos después de la crisis de los años 80 y que descansa en el principio de que los depósitos exigibles a la vista deben estar siempre disponibles en la caja del banco o invertidos en activos de bajo o nulo riesgo como son los depósitos en el Banco Central o los títulos del Fisco.

En un sentido práctico, el efecto de la reserva técnica no es muy distinto al del encaje que se aplica sobre los depósitos. Quizá la diferencia es que, como instrumento de política, los encajes se han usado con fines que van más allá de la gestión de la liquidez. Por ello, parece razonable que se haya optado en este caso por usar una denominación distinta a la tradicional.

La normativa sobre reserva técnica ha sido objeto de bastante análisis. Sin desconocer que se trata de un instrumento conceptualmente atractivo, éste no ha estado exento de observaciones, incluso de reparos, sobre su efectividad.

Con todo, es claro que fue una buena iniciativa en su momento. Cuando se materializó veníamos saliendo de una crisis y el marco regulatorio vigente era bastante débil. Tampoco existían las recomendaciones del Comité Basilea a las cuales aferrarse. En ese contexto, la reserva técnica apareció como una buena propuesta.

Es importante tener presente que la normativa que se introdujo en nuestro país no fue completamente pura, sino una fórmula de compromiso. La exigencia no quedó planteada para todos los depósitos a la vista, que es lo que correspondía, sino solo para aquellos que excedían de dos y media veces el capital y reservas de la respectiva institución, con lo cual se mezclaron conceptos.

En 2007, la norma fue flexibilizada en dos sentidos. Por un lado, el umbral para gatillar la reserva se ancló al patrimonio efectivo en sustituto del capital y reservas, con lo cual se generó un mayor espacio para los fondos a la vista no sujetos a reserva técnica. Y por otro, la lista de los títulos elegibles para constituir esta exigencia fue ampliada. Con resultado, se eliminaron ciertas distorsiones producidas en el mercado monetario y se introdujo mayor flexibilidad en la gestión de liquidez de los bancos.

Pero más allá de su contribución inicial, sobre lo que no existen dudas, esta es una norma que ha ido perdiendo vigencia y que debe ser revisada. Varios son los argumentos que se pueden esgrimir en esa línea.

Primero, Chile es el único país que la utiliza, lo que es bastante decidor. Después de la crisis de 2008/9, algunos expertos retomaron la idea subyacente y recomendaron que se separara la banca transaccional de la banca de intermediación, pero ello fue descartado en todas partes.

Segundo, las recomendaciones internacionales provenientes del Comité de Basilea se han convertido en los pilares de la regulación y fiscalización bancaria moderna. En este contexto, la reserva técnica aparece como un instrumento más bien redundante.

Tercero, la regulación de la liquidez se ha sofisticado enormemente en los últimos años. Las preocupaciones que motivaron la aplicación de la reserva técnica están hoy bien contenidas en nuevas normas sobre esta materia.

Cuarto, el país se está alineando con recomendaciones internacionales, lo que implica la introducción de nuevas regulaciones. Pero ese esfuerzo debe ser acompañado por otro igualmente importante, cual es el de revisar y, eventualmente, eliminar aquellas que han perdido sentido.

Es cierto que desmontar algo que ha estado presente por largo tiempo y que se relaciona con muchas normas de la Ley de Bancos puede resultar complejo. Siguiendo la línea de la reforma implementada en 2007, un paso positivo sería introducir grados adicionales de flexibilidad en la aplicación práctica de esta normativa, lo que sería fácil de implementar. Ello se podría hacer modificando el umbral a partir del cual que se gatilla la reserva técnica. La reforma bancaria en trámite legislativo brinda una buena oportunidad para hacerlo.

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