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Impactos de la nueva Comisión para el Mercado Financiero

Ricardo Fischer Socio F&Z Asesorías

Por: Ricardo Fischer | Publicado: Jueves 14 de septiembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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El reciente nombramiento de los comisionados que dirigirán la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), no ha sido debidamente divulgado, a pesar de su importancia. Este nuevo ente, comparado con su antecesor, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), tiene un gobierno corporativo más robusto y cuenta con atribuciones más amplias que le permiten investigar, sancionar, regular, etc., lo que nos pone a tono con la forma de operar de mercados más desarrollados. Además existe la intención que a futuro se incorpore la supervisión bancaria, hoy en manos de la Superintendencia de Bancos. Todo lo anterior permitirá hacer un mejor seguimiento de los mercados, los que han evolucionado rápidamente en los últimos años. La desaparición de límites claros entre las funciones tradicionales de la banca comercial, administración de portafolios, seguros, corretaje, fondos de inversión, banca de inversiones, etc., más la aparición de instrumentos financieros más innovadores y complejos, y la creciente importancia de los conglomerados, son fenómenos que debían estar considerados en la supervisión de los mercados. Un ejemplo de lo anterior: el retail otorga créditos a sus clientes, por lo que compite directamente con la banca, sin embargo, algunos conglomerados del retail tienen bancos. Siguiendo con el tema del retail, de haber existido la CMF, se podría haber detectado anticipadamente el caso La Polar, considerando que el tamaño promedio y mora de su cartera, no eran compatibles con los números de la industria.

Otro aspecto interesante es que se constituirá un comité de autorregulación financiera, permitiendo a los actores de los diferentes mercados participar en el establecimiento de los estándares con que deben actuar todos los miembros de una determinada industria, poniendo así freno a las malas prácticas de algunos, que pueden perjudicar la imagen de todos. Esto pareciera ser un gran avance para mejorar la imagen del público para ciertas industrias.

Para finalizar, se puede consignar que las atribuciones de la CMF permiten anticiparse de mejor manera a potenciales problemas sistémicos. Qué mejor ejemplo que lo sucedido en EEUU durante la así llamada “crisis subprime”. Otro gallo cantaría si se hubiese detectado más temprano, pues se gestó en un tiempo prologado y luego de una seguidilla de eventos. Primero fueron los créditos hipotecarios que prestaron a diestra y siniestra para la compra de viviendas. Luego, muchas instituciones financieras crearon instrumentos financieros cuyo subyacente eran dichas letras hipotecarias, instrumentos que además eran extracontables por lo que sus balances no reflejaban el verdadero riesgo de dichas instituciones. Por último, la guinda de la torta, las agencias de rating consideraban el riesgo de estos instrumentos como AAA, sin considerar los verdaderos riesgos. La historia final la conocemos todos. Sin embargo, se podría haber esperado que la autoridad detectara alguna de estas anomalías a lo largo del tiempo. Eso es lo que se espera pueda cumplir la CMF para casos semejantes en Chile, entre muchas otras labores.

¡Bien por todos quienes lograron que la CMF sea una realidad!

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