Gestión de datos y data centers, polo clave para el desarrollo de ChileC

Kathleen Barclay

Existe un consenso bastante generalizado respecto de la importancia de que Chile, en su proceso de crecimiento e internacionalización, avance en el desarrollo del sector servicios. Lo anterior, sin duda hará que el país vaya disminuyendo su dependencia de las exportaciones de materias primas, avance en la generación de valor agregado en sus exportaciones y, por cierto, fortalezca su competitividad en los mercados internacionales. En este sentido, un aspecto importante del cual no se ha hablado suficiente es el desarrollo de data centers y la gestión de datos. Aquí el país podría marcar la diferencia y transformarse en un Hub como ha sido el caso de Colombia y Uruguay.

El ranking de Naciones Unidas de gobiernos digitales 2014 posicionó a Chile en el lugar 33 (entre 193 países), lo que significó un aumento de seis puestos en relación a la versión 2012 de este estudio, quedando en la segunda posición a nivel latinoamericano después de Uruguay. Esta medición considera la disposición y la capacidad de los gobiernos para utilizar las tecnologías de información y comunicación, así como infraestructura de telecomunicaciones, costos de servicios de Internet y participación digital de la población. Este resultado también se vincula a nuevos desafíos, siendo el más relevante la necesidad, tanto del sector privado como público, de replantear sus estrategias de negocios al incluir tópicos como el resguardo, almacenamiento, seguridad y administración de volúmenes de datos de gran tamaño.

Este reconocimiento es muy positivo, si bien aún falta un mayor conocimiento en torno a las posibilidades que ofrece, por ejemplo, el Big Data, concepto relacionado al manejo de grandes volúmenes de datos. La administración adecuada de este tipo de recursos es clave en el fortalecimiento de las ventajas competitivas de Chile y para el desarrollo de nuevos negocios, especialmente, en el sector servicios. En este contexto es importante resaltar la importancia de tener un sistema de protección de datos acorde con la modalidad en que hoy se transan productos y servicios internacionalmente, y, por cierto, procurando velar por los derechos fundamentales de las personas. Debido a lo anterior, en AmCham hemos estado trabajando hace más de un año en conjunto con el sector privado y el gobierno para que se avance lo más rápidamente posible en la modernización a la actual Ley de Protección de Datos Personales. Estamos convencidos que lo anterior permitirá, además de cumplir con estándares exigidos por la OCDE, ser una contribución real y directa en el desarrollo del país. Por esta razón, esperamos que el mencionado proyecto de ley sea enviado al Congreso lo antes posible.

Empresas como IBM, Entel y Google han invertido en el desarrollo de centros de datos en Chile. Por ejemplo, Google abrió en el país su primer centro de datos en Latinoamérica, iniciativa que contempló una inversión de US$150 millones de dólares. La seguridad, calidad de trabajadores especializados e interés en el ámbito de la innovación en Chile motivaron el levantamiento de este centro. Es así que Google hoy proporciona acceso a diversos servicios desde nuestro país a millones de usuarios de América Latina.

La modernización en la administración de datos ha significado la virtualización de procesos para muchas organizaciones, además de la reducción de costos, mayores niveles de eficiencia, mejor almacenamiento de datos y el aseguramiento de la continuidad operacional. En AmCham estamos convencidos que Chile tiene un enorme potencial en torno al almacenamiento y transferencia de datos, y contamos con la experiencia de muchos de nuestros asociados para enriquecer la discusión de cómo nuestro país desarrolla este ámbito. Es fundamental velar por tener un marco legal moderno, además de una mayor educación para la ciudadanía sobre este tema, aspectos claves para fomentar la inversión extranjera. A la fecha hemos logrado importantes avances, pero aún están presentes situaciones como la experimentada en el terremoto de 2010, cuando varios centros de datos presentaron fallas, a nivel de infraestructura y ante la carencia de fuentes de energía, que prácticamente desconectaron al país. Este resultado demostró la importancia de prácticas de disaster recovery que hoy son habituales en Estados Unidos, y que se relacionan, entre otros, con la implementación de sitios alternativos conocidos como backup a partir de la experiencia del atentado a las Torres Gemelas en 2001 y del huracán Katrina en 2005.

Según analistas, la demanda de data centers en Chile crece en torno al 20% anual, y para 2017 se estima que las inversiones en este mercado superarán los US$800 millones. Estas cifras demuestran la relevancia de este sector como un nuevo espacio para el desarrollo de inversiones, el cual podría impactar en el crecimiento económico del país y en el posicionamiento de Chile tanto a nivel regional como internacional.