Columnistas

La sustentabilidad y el aporte de las universidades

Ignacio Sánchez Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile

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El rol de las universidades es clave para buscar soluciones a los problemas del país, entregando conocimientos y experiencias para avanzar en un crecimiento integral. Mediante la investigación se debe proponer los caminos para un desarrollo humano sustentable y, con una formación integral, educar para ello. Hoy, las mejores universidades del mundo se han propuesto el desafío de innovar con ideas creativas y reducir su propio impacto en el medio ambiente.

En la encíclica Laudato Si, el Papa Francisco nos enfatiza que la tierra es nuestra casa común, “como una madre bella que nos acoge en sus brazos”. En el documento, la preocupación por la naturaleza, la protección de la vida, de los más vulnerables, y el compromiso con el desarrollo integral de la sociedad, se presentan de manera conjunta. El Papa desarrolla el concepto de ecología integral a lo largo de toda la encíclica; busca la manera de articular las relaciones de la persona con sus pares, consigo misma, con la creación y con Dios. Una ecología que permita comprender “el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y su relación con la realidad que lo rodea”(LS 15). En su último capítulo, Laudato Si nos plantea la necesidad de una educación y espiritualidad ecológica, apostando por un estilo de vida que promueva una estrecha alianza entre la humanidad y el ambiente, viviendo una verdadera conversión ecológica.

En la UC el desarrollo sustentable ha tenido varios hitos. El primero fue en 2010 con la firma del protocolo marco de Campus Sustentable. Establecimos el compromiso de avanzar en la incorporación de la sustentabilidad en todas las áreas de la UC, considerando la investigación, certificados en pregrado y programas de docencia en áreas de magíster, actividades de extensión y operaciones de los campus. Paralelamente, se incluyó en el Plan de Desarrollo 2010-2015 un compromiso real con la sustentabilidad, fruto del cual el 2011 se creó la Oficina de Sustentabilidad -primera en su tipo a nivel nacional en el contexto de la educación superior- y la primera versión de un Plan de Sustentabilidad UC.

Profundizando en su compromiso, durante 2012 la Universidad firmó el acuerdo de producción limpia, se mide oficialmente la huella de carbono UC, resultados que han significado un impulso a los esfuerzos de la institución por reducir el consumo de energía y promover alternativas más sustentables de transporte, entre otras medidas. Las áreas verdes aumentaron en un 8% desde el 2011, con proyectos de mejora de los sistemas de regadío, y la plantación de especies nativas y mediterráneas, que presentan bajo consumo hídrico. Así también, se han planificado proyectos de infraestructura con mayor eficiencia energética y la incorporación de energía con fuentes renovables. Desde el punto de vista de los residuos, a pesar de que una baja proporción de los desechos son reciclados, estos valores se han multiplicado por cinco en los últimos años. El plan de este año es dotar de modernos puntos limpios a la UC en todos sus campus. Recientemente, hemos recibido una generosa donación para ampliar la infraestructura del Campus Villarrica, en el que podremos desarrollar un Centro de Sustentabilidad y Biodiversidad, con impacto en toda la universidad.

El año 2013 se desarrolló un Reporte de Sustentabilidad, con lo que se buscó establecer un diagnóstico de nuestro desempeño, para detectar desafíos, oportunidades y en especial metas y compromisos para continuar avanzando. Hoy, estamos trabajando en la generación del segundo reporte, con mayores exigencias, una mayor participación e involucramiento de los diferentes estamentos de la universidad. Un proyecto de la mayor relevancia, el que asumimos con alegría y convicción.

El desafío es realizar un cambio cultural al interior de nuestra institución, que en un futuro próximo permita influir a nivel del país. El objetivo final, a la luz de Laudato Si, es colaborar en la generación de un mundo mejor y sustentable, permitiendo la entrega de un mejor país y planeta a las nuevas generaciones. Esta es una meta global y sustentable, a la que debemos aspirar a través de un proyecto universitario de calidad.

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