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La tarea que viene

Clemente Pérez Abogado, Máster en Políticas Públicas

Por: Clemente Pérez | Publicado: Martes 27 de octubre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Clemente Pérez

Fue un lindo triunfo el del Apruebo este domingo. Pero a diferencia del plebiscito del 88, esta vez mi alegría fue un poco distinta. En esa época habíamos obtenido un triunfo épico, estábamos recuperando la democracia después de muchos años oscuros y tristes. La alegría por fin llegaba.

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En esta ocasión, aparte de celebrar por el resultado y también por la alta participación, me inundó un sentimiento de responsabilidad, de sentir que entre todos tenemos una tarea grande por delante. Sentí como cuando me dieron fecha para el examen de grado.

Si hacemos las cosas bien, habremos ganado mucho: una democracia legitimada, una Constitución sentida, compartida y respetada, una “casa común”. Pero si nos dejamos estar y hacemos las cosas mal, podemos volver a ser el país mediocre que fuimos antes de la época de crecimiento sostenido (en todos los indicadores de desarrollo humano) logrado durante los últimos 30 años, el período de la democracia de los grandes acuerdos.

Sí, porque en este año y medio que viene nos jugamos mucho. Hacer las cosas bien significa preocuparse y ocuparse. Promover diálogo, apoyar buenos candidatos, generar consensos sobre los temas fundamentales, mirar la experiencia de otros países.

Hacer las cosas mal es despreocuparse, o pensar que esto es un asunto que sólo corresponde a los políticos, limitarse a enviar memes a los chats de amigos, ver todo negro, difundir “fake news”, o no escuchar los mensajes del estallido social, que varios no vimos venir. El enorme triunfo de la Comisión Constituyente también muestra que no son los actuales parlamentarios, sino la sociedad civil la llamada a liderar el proceso constituyente.

A nivel empresarial, generar empleos, promover sana competencia y armonía en los lugares de trabajo, contribuye a que tengamos un año decisivo en tranquilidad y convivencia ciudadana. Por otra parte, si en vez de eso se opta por “sacar la plata del país”, promover la desconfianza en el camino que el país ha emprendido, o incluso desentenderse de este proceso, no se estará contribuyendo en nada a nuestro futuro. Serían muy malas decisiones, sería no ver el largo plazo.

Siempre es necesario recordar, por lo demás, que la crisis que dio origen al estallido social no es sólo política, sino que también producto de casos de abusos de ciertas empresas, colusiones y otros casos que generaron mucha indignación pública. La ciudadanía ha respaldado el camino propuesto para resolver la crisis política. Es importante que también se tomen todas las medidas a nivel de empresas, de gremios y de reguladores, para que no se vuelvan a producir estas situaciones que tanta rabia produjeron en la población.

En estos días hemos observado que muchos se definen como optimistas, especialmente entre los que votaron Apruebo, o pesimistas, especialmente los que votaron Rechazo. Pero falta todavía para el examen final. Hay que estudiar para estar optimistas. Y dado que tenemos tiempo para hacerlo, no se puede estar pesimistas.

En términos futbolísticos, el triunfo del Apruebo no fue el pitazo final, sino recién el inicio del partido. La clave es la elección de constituyentes, y luego el debate público que acompañará su deliberación. La gracia del Apruebo es que permite que se juegue el partido. Pero ahora hay que asegurar que se juegue bien y se llegue a un buen resultado. Como decía Benjamin Franklin: “Un camino de mil millas comienza con un paso”.

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