Los nuevos CLOs
Andrés Jara Socio fundador de Alster Legal, Profesor Derecho PUC
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Los cambios en el mercado, en las relaciones entre la empresa y su entorno, y la mayor complejidad normativa, han generado un impacto directo en la evolución de la figura de los gerentes legales o fiscales. Así, esta función ha mutado desde la figura de un ente esencialmente contralor y que era vista muchas veces como que quien entorpecía el desarrollo de proyectos y nuevos negocios, hacia una figura deseablemente facilitadora y, por tanto, un real aporte a la cadena de valor de la empresa.
Esta evolución es patente en sectores como el retail, la tecnología, la salud o el sector financiero, donde la necesidad de innovar de forma permanente para garantizar la sostenibilidad de sus ventajas competitivas constituye una máxima. Por los mismo, las organizaciones insertas en dichas industrias no pueden darse el lujo de tener procesos e ideas que puedan verse obstaculizados, lo que implica la necesidad de contar con gerentes legales o CLOs, en su sigla en inglés (Chief Legal Officers), de perfiles multidisciplinarios, que sean capaces de imbuirse en el negocio mediante la aplicación de herramientas muchas veces no aprendidas en las escuelas de derecho.
De tal manera, el perfil de tales individuos contempla la conjunción de atributos poco tradicionales, pues deben ser personas capaces de administrar equipos y generar un impacto positivo a través de ellos, deben entender la visión estratégica de la compañía y muchas veces intervenir en tal definición, deben procurar ser fuente de soluciones responsables pero creativas y, se espera además, constituyan un real aporte a la cadena de valor, mitigando y controlando riesgos y aumentando el ahorro, por nombrar sólo algunas cualidades.
A todo lo anterior, hay que agregar que el entorno normativo y regulatorio global ha obligado a que estos individuos cuenten con atributos que les permitan entender y actuar con versatilidad frente a los desafíos de cada compañía.
Así, los gerentes legales han pasado de tener un rol de fiscal, reactivo, pasivo y solucionador de problemas, a uno que ha de ser proactivo, facilitador e integrador en las distintas áreas del negocio, todo lo cual les ha permitido perfilarse como un factor fundamental en la toma de decisiones estratégicas dentro de cada organización.
