Luis Hernán Paúl

4ª Revolución Industrial: alta prioridad para directoriosV

Asesor y Director de Empresas

Por: Luis Hernán Paúl | Publicado: Miércoles 18 de enero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Luis Hernán Paúl

Creo que estamos en los inicios de una revolución industrial que tendrá profundos efectos no solo en el mundo empresarial, sino que también en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.

En efecto se están produciendo cambios significativos en cada vez más industrias con la llegada de nuevos productos y servicios que surgen, por una parte, a partir de los avances experimentados en campos como la inteligencia artificial, robótica, internet de las cosas y, por otra, de la irrupción de nuevos modelos de negocios (i.e. los utilizados por Uber, Airbnb, Alibaba y otras empresas del tipo). Con el rápido crecimiento en el porcentaje de la población mundial que está conectada vía medios digitales, en especial celulares inteligentes, las posibilidades de realizar negocios entre los millones de agentes económicos conectados están creciendo exponencialmente.

Hay gente que piensa que los cambios ocurridos en lo que va del siglo XXI forman parte de la tercera revolución industrial, la cual partió en los años 60 y se asocia con el desarrollo de semiconductores, grandes computadoras, computadores personales y la irrupción de internet en los años 90. Sin embargo, teniendo en consideración la fuerte velocidad de los cambios, la amplitud y profundidad que éstos tienen y la magnitud en los ajustes que están provocando, es muy probable que se trate más bien de una cuarta revolución industrial.

Varios especialistas sugieren incluso que nunca antes habíamos experimentado un período tan promisorio y con tanto potencial como el actual. No obstante, plantean al mismo tiempo su inquietud por los efectos indeseados que pueden provocar los cambios en curso en aspectos tan clave como el empleo.

Por lo mismo es que es muy importante realizar los esfuerzos y ajustes que pudieran ser requeridos para asegurarnos que esta cuarta revolución industrial se oriente en dirección a empoderar a los seres humanos y no a la división y deshumanización de éstos.

Para dimensionar lo que todo esto está provocando puede ser clarificador entregar una estadística reciente que establece que la esperanza promedio de permanencia de las empresas del Fortune 500 en este índice, que era del orden de 75 años en la segunda parte del Siglo XX, ha bajado en los años recientes a una cifra cercana a 18 años. Esto significa que a muchas de las empresas tradicionales que integran este índice no les está resultando fácil mantenerse en el mismo porque han aparecido nuevas empresas que en relativamente pocos años han alcanzado y superado las capitalizaciones de mercado de las primeras.

Este fenómeno se está presentando actualmente con fuerza especialmente en Estados Unidos y Asia, pero tal como se ha dado con otras tendencias empresariales en el pasado, es muy probable que también ocurra en nuestro país a futuro. Por ello considero que, para los directorios de empresas en Chile, una de las mayores prioridades en los años que vienen partiendo por el 2017 es hacer frente a los cambios que ya están ocurriendo y los que se proyectan vendrán en el futuro cercano.

Para este efecto me atrevo a sugerirle a los directorios asegurarse que sus empresas cuenten con el capital humano requerido para poder adaptarse en función de las realidades de cada industria. Pero esto no tiene porqué involucrar la realización de grandes cambios de personas a nivel de la administración ni del directorio. Es preferible capacitar al recurso existente y sólo traer los talentos faltantes. También les recomiendo revisar la fortaleza y vigencia de las estrategias que siguen sus empresas, para lo cual es fundamental que los altos ejecutivos y directores se mantengan al día de lo que está ocurriendo en sus respectivas industrias no sólo en Chile sino que también en el mundo.

No vaya a ser que por no enfrentar los cambios oportunamente nos pase en algunas empresas chilenas algo parecido a lo que ocurrió con compañías como BlockBuster, Sony-Ericsson y Kodak, las cuales terminaron desapareciendo hace no muchos años atrás.

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