Luis Hernán Paúl

Éxito empresarial y armonía familiar

Por: Luis Hernán Paúl | Publicado: Lunes 15 de junio de 2015 a las 04:00 hrs.
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Luis Hernán Paúl

Me ha tocado ver que en las empresas familiares (o controladas por familias) no siempre se logra conjugar debidamente el éxito empresarial con la armonía familiar. Ello ocurre la mayor parte de las veces por dos motivos. Primero, porque muchas veces al interior de las familias hay visiones distintas respecto del destino que debe darse al patrimonio familiar.

Usualmente, los que no trabajan en la empresa familiar prefieren que se destine una mayor proporción del patrimonio familiar a sus dueños y los que trabajan en cambio quieren dejar una proporción mayor en la empresa familiar, para que ésta pueda crecer más rápidamente y ser más exitosa. El segundo motivo son las diferencias que surgen en oportunidades al interior de la familia respecto de quién debe dirigir la empresa familiar.

Este tipo de conflictos no se dan en las empresas familiares que están a nivel de primera generación, ya que en éstas lo usual es que haya un solo dueño o controlador, con lo cual hay una sola visión. En cambio en la medida que hay más dueños o controladores, lo que ocurre a partir de la segunda generación, existe la posibilidad que haya distintas visiones y mientras más sean los dueños o controladores mayor es esta posibilidad.

Por desgracia este tipo de conflictos muchas veces no se abordan oportunamente y, al igual como con el cáncer, se tratan tardíamente, lo que hace que las posibilidades de que la armonía familiar no se vea afectada bajen considerablemente.

Por esto lo más recomendable es anticiparse. Me refiero a visualizar los potenciales conflictos antes de que se hagan realidad. Ello no es tan difícil de lograr porque los conflictos que ocurren más comúnmente se repiten de familia en familia y son hasta cierto punto predecibles en función de las particularidades de la empresa y familia involucradas.

La experiencia demuestra que los conflictos son más probables cuando no existe un líder familiar claro, ya sea en la generación que dirige actualmente la empresa a nivel del directorio o la administración o bien en la generación que próximamente le corresponderá cumplir dicha labor. También tienden a ocurrir más problemas cuando las situaciones económicas de los miembros de una misma generación de la familia dueña o controladora son claramente diferentes.

Una de las grandes ventajas de anticiparse es poder hacer frente a los potenciales conflictos cuando todavía no tienen nombre y apellido. Ello permite ver las cosas con mayor objetividad y profesionalismo. En cambio, cuando ya se trata de un problema con una persona concreta los sentimientos complican su tratamiento.

También es útil desarrollar, antes de la llegada de los conflictos, relaciones profesionales con asesores o directores externos, para que haya personas independientes con la debida experiencia que conozcan la empresa y la familia, las cuales aporten visiones más objetivas.

Por desgracia no son pocas las familias que se han peleado y/o separado por problemas que han enfrentado en el plano de los negocios familiares, las cuales con el paso del tiempo quisieran haber manejado de forma distinta sus conflictos para no haber resentido la armonía familiar.

Este es un tema que deben plantearse los lideres familiares antes de traspasar el bastón de mando a la siguiente generación y adoptar acciones para minimizar la posibilidad de ocurrencia de conflictos familiares cuando ellos no estén presentes o no estén en plenitud de sus capacidades. Muchas veces es posible estructurar soluciones que compatibilizan el desarrollo de la empresa familiar con la armonía familiar. En cambio, cuando los problemas deben enfrentarlos los miembros de la generación que sigue, las dificultades por lo general son mucho mayores y las posibilidad de solución bastante menores.

Y si en el extremo hay que privilegiar el desarrollo empresarial o la armonía familiar mi recomendación es optar por esta última.

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