Luis Larraín

La economía de Boric

LUIS LARRAÍN, Libertad y Desarrollo

Por: Luis Larraín | Publicado: Martes 11 de enero de 2022 a las 04:00 hrs.
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La economía mundial tuvo un buen 2021, con un crecimiento estimado de 5,9% marcado por la evolución del Covid-19, que pasaría a ser desde este año una endemia en lugar de una pandemia. Ello requiere un tratamiento de salud pública distinto, compatible con una economía que siga expandiéndose, aunque sigue la alerta por los altos contagios de la variante Ómicron, que afortunadamente es menos grave que sus antecesoras.

La cuestión clave en la economía mundial, además del Covid, será cuán agresivo resulta el ajuste monetario en los principales mercados. Las señales de la Fed, el BCE y las autoridades chinas apuntan a alzas en las tasas de interés. La inflación del 5% en la zona euro es la mayor desde su creación. El crecimiento global debiera ser inferior al de 2021.

Chile no escapa a este panorama general. La inflación anual de 7,2 % es la mayor en catorce años y se espera una nueva alza de la TPM del Banco Central de entre 100 y 125 puntos base en su reunión de enero. La cordial reunión del presidente electo Gabriel Boric con el presidente del Banco Central, Mario Marcel, da señales positivas, en el sentido de que se entiende en el Ejecutivo que el instituto emisor debe honrar su misión de estabilidad monetaria. Ello implica, por consiguiente, una brusca baja en el nivel de actividad y Chile tendría que pasar de un año creciendo al 12% a uno en que la actividad podría expandirse al 1%. El presupuesto aprobado por el Congreso, por su parte, impone un ajuste del gasto fiscal del orden de 20% respecto al presupuestado para 2021.

Los imperativos del equilibrio macroeconómico chocan, entonces, con las expectativas de la mayoría de la población. Lo que se impuso en la última elección presidencial es la tesis de que mejorar la calidad de vida de los chilenos en forma generalizada es una cuestión de voluntad de cambio. La última encuesta CADEM dice que el 60% espera un buen año para la economía en 2022. Pero esa mejoría no llegará, no solamente por las razones que dábamos más arriba que afectan al mundo y a Chile, sino por otros motivos que son particulares de nuestro país.

El mayor esfuerzo para crecer deberá provenir del sector privado y éste enfrenta una alta incertidumbre. Ello, por el desconocimiento sobe las reglas de juego que regirán en el futuro para la propiedad, que como cualquiera entiende, determinarán críticamente cuánto se invertirá el año 2022 y los que siguen. Hay una cuestión, en particular, que es clave y es qué sucederá con nuestro mercado financiero.

Se sabe que en Latinoamérica hay sólo dos países que tienen un mercado financiero capaz de proveer financiamiento local relevante a la inversión: Chile y Brasil. La imprecisa formulación del programa de Boric para el sistema de pensiones, especialmente del destino y el rol del ahorro previsional privado, impactará fuertemente la disponibilidad de fondos para créditos hipotecarios y el financiamiento no bancario a las empresas, que ya está complicado con los efectos que provocará el alza en las tasas de interés.

Cientos de miles de jóvenes familias nuevas sin crédito para la vivienda y miles de empresas sin poder financiar proyectos de inversión no es un panorama ideal para quien se estrena en el gobierno con la promesa de satisfacer grandes expectativas en la población. El margen de maniobra de Gabriel Boric es, entonces, escaso. Ni Piketty ni Mazzucato, desde la comodidad de sus vidas en París o Londres, tienen ideas que puedan ayudar al novel Presidente que tendrá Chile.

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