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Más mujeres en política, mejor sociedad

Ximena Riquelme.

Por: Ximena Riquelme, Alumni Promociona; cofundadora de www.mujerespoliticas.cl | Publicado: Viernes 5 de febrero de 2021 a las 16:27 hrs.
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Ximena Riquelme, Alumni Promociona; cofundadora de www.mujerespoliticas.cl

La semana pasada asistí la charla Ética en la Política, en donde las mujeres asistentes representaban diversas ideologías y, en su mayoría, son candidatas para las próximas elecciones a comisión constituyente del 11 de abril. 

Revisamos conceptos generales sobre cómo los griegos y grandes filósofos sentaron las bases de nuestra sociedad. Entre las diapositivas, hubo una que generó el abucheo virtual, al leer que Aristóteles declaraba "la esposa debe obedecer y servir a su esposo, porque él ha pagado un elevado precio por ella". Mirar ese pasado, en que los hombres fundaron la idea de la sociedad y de la política dejando fuera a los no ciudadanos, como los esclavos y las mujeres, ya resulta inaceptable pensarlo para 2500 años atrás e indignante para 2021.

¿Qué dirían los filósofos al ver que, en este mundo moderno, en medio de una de las peores crisis de la humanidad, las mujeres han sido las mejores guardianas de la polis?

Las mujeres en el poder somos las que hemos enfrentándola pandemia con más cercanía y efectividad. Y son las y los habitantes de Alemania, Nueva Zelanda, Taiwán, Noruega y Dinamarca, entre otros, los directos beneficiados de las buenas y rápidas medidas frente al Covid-19. Estas mujeres, además de pensar colectivamente, se comunicaron desde la empatía, generaron confianza de sus comunidades y visibilizaron en medio de la crisis mundial la capacidad de gestión de las mujeres. Esta evidencia, tan trascendental, hará cambiar la mezquina historia de la mujer y la política.

Hay diversos estudios que dan cuenta de esta mezquindad, que analizan desde leyes que nos limitan la participación, hasta las brechas de educación, de contactos y de recursos para avanzar en nuestras carreras políticas. Si bien hay algunas estrategias y acciones concretas gestionadas por organismos internacionales, ONG y servicios públicos, en Chile las mujeres electas en nuestro Congreso siguen estancadas con menos del 25% de participación.

Tenemos una trayectoria truncada. Las mujeres la llevamos en los comités de vivienda, en los sistemas de agua potable rural y somos activas en sus juntas de vecinos. Hay mujeres líderes en movimientos sociales, en innovación social y en emprendimiento. Hace poco tenemos el arrojo para ir por otros cargos políticos, como directivas de asociaciones empresariales, colegios profesionales, centros de estudiantes, pero la velocidad de asunción es muy lenta. Para qué hablar de elecciones populares, en que hay pocas mujeres referentes y las barreras lo hacen menos atractivo (1 de cada 10 mujeres se interesa en política).

La constitución paritaria, primera en el mundo con esta justa condición, nos obligará a mover la cerca hacia una mayor equidad, pero no basta. Colocar mujeres candidatas en la papeleta para cumplir la cuota, sin colocar recursos para sus campañas y sin apoyarlas en su formación política, tampoco es suficiente.

Con más de 20 siglos de condicionamientos arraigados, en que nos han instalado lejos del espacio público y del poder, no lograremos revertir la situación desde el voluntariado. Necesitamos líderes y lideresas que estén dispuestos a cambiar el paradigma, que generen un movimiento contracultural consciente que redistribuya el poder. 

Sabemos que mientras más mujeres estemos en espacios de toma de decisión, aportaremos a una democracia más plena, ética y justa. Las mujeres que promovemos esta causa estamos activas y convencidas que, con nosotras, podemos todos juntos, avanzar hacia un mejor Chile. Y dada la necesidad de voces poderosas para movilizar el cambio, esperamos que los candidatos y candidatas a la Presidencia pronto declaren con compromiso, convicción y sentido de urgencia, que el próximo Gobierno será con nosotras, en equilibrio.

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