Matko Koljatic

El poderoso atractivo de los subsidios

Se dice que el 80% de los chilenos manifiesta en las encuestas que está...

Por: Matko Koljatic | Publicado: Jueves 27 de octubre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Se dice que el 80% de los chilenos manifiesta en las encuestas que está a favor de las exigencias de los líderes de las movilizaciones estudiantiles por una educación pública de calidad y gratuita. Ello es simplemente una prueba del poderoso atractivo que ejercen los subsidios sobre los ciudadanos. Una educación gratuita es ciertamente una proposición que a la gente le agrada. Entre pagar y no pagar, el no pagar siempre ganará. La reelección de Cristina Fernández como presidenta de Argentina parece ser otra demostración de lo mismo y permite hacer un análisis de cómo inciden los subsidios en la mente de los ciudadanos.



Hace dos años, la resistencia del campo al aumento de los impuestos a las exportaciones agrícolas y el impacto de la recesión mundial hicieron caer verticalmente la popularidad del kirchnerismo. La popularidad de la presidenta bordeaba los 30 puntos. Dos años después, Cristina ha sido reelegida con más de 53% del voto popular para un nuevo período de cuatro años. ¿Qué ocurrió entre medio que volcó el sentimiento de la población?
Por una parte, la economía argentina ha tenido vientos favorables, en particular por el empuje de la economía brasileña, que a su vez ha impulsado las exportaciones industriales desde Argentina a Brasil. Por otra parte, el precio de la soja se mantiene firme y genera ingresos importantes para las arcas fiscales.

De ahí, entonces, que la recaudación tributaria ha estado firme. Pero como le faltaban fondos, el gobierno de Cristina no trepidó en estatizar los fondos de pensiones privados, lo que le permitió hacerse de los recursos de los cotizantes de las AFJP. Y cuando esos fondos no le alcanzaron, tampoco trepidó en sacar reservas desde el Banco Central, traspasándolas al presupuesto fiscal.

Con ello, en los últimos dos años Cristina ha tenido los recursos para mantener una política agresiva de subsidios.

Desde la crisis de 2001, la electricidad y el gas han sido fuertemente subsidiados. A ello se han ido agregando nuevos subsidios a empresas estatales y privadas. Un ejemplo es el subsidio a Aerolíneas Argentinas (¡US$ 1 millón al día!). Pero, lo que parece haber hecho cambiar el sentimiento ciudadano, han sido los planes sociales y, en particular, la ‘Asignación Universal por Hijo’, una iniciativa socialmente importante por la cual se entrega un subsidio directo a las familias que tienen hijos que asisten a las escuelas y liceos públicos, una idea en que se imitó una política similar de Lula en Brasil. Súmele a esto el ‘Futbol para Todos’, por el cual se transmiten en la TV abierta los partidos de la primera división, múltiples subsidios para la adquisición de bienes durables, como el plan el ‘Plasma para Todos’ y subsidios a la compra de automóviles, subsidios a la movilización, etc., etc. ¿Resultado? Ante este vendaval de subsidios, Cristina arrasó.

Sin embargo, el presupuesto fiscal, que fue superavitario por años, ahora muestra un importante déficit. Dadas las presiones inflacionarias y otros desequilibrios en la economía argentina, el mercado parece anticipar una crisis económica en el futuro cercano. El indicador más elocuente es la salida de capitales, estimada en este año en más de 
US$ 24 mil millones. Habrá que esperar a ver qué pasa, y cómo maneja la situación el gobierno de Cristina Fernández, pero los observadores independientes ven el futuro con preocupación.

Volviendo a la situación en nuestro país, tuvimos un ejemplo del poder de los subsidios en la mente de los ciudadanos en el incidente del alza del precio del gas en Magallanes. En ese caso, el gobierno cedió. ¿Cederá el gobierno del presidente Piñera a la presión política por extender los subsidios en la educación a los sectores más pudientes de la sociedad?
Desde la perspectiva de la equidad, ojalá que no ceda. Contrariamente a lo que sostienen los voceros de la Confech, sería una política económica regresiva extender la gratuidad a todos los alumnos de las universidades del Cruch, y además abriría la puerta a nuevas presiones por subsidios que podrían en peligro la estabilidad económica del país. Habrá que esperar hasta la aprobación del Presupuesto 2012 para tener la respuesta.

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