Matko Koljatic

India: en la frontera de la innovación

Viajar entre el pasado, el presente y el futuro, sin transiciones. Es la experiencia que vivimos con un equipo de alumnos del MBA UC en un reciente viaje de estudios a la Indian School of Business, donde fuimos a conocer y aprender del impresionante desarrollo de la India en las últimas dos décadas.

Por: Matko Koljatic | Publicado: Viernes 3 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Viajar entre el pasado, el presente y el futuro, sin transiciones. Es la experiencia que vivimos con un equipo de alumnos del MBA UC en un reciente viaje de estudios a la Indian School of Business, donde fuimos a conocer y aprender del impresionante desarrollo de la India en las últimas dos décadas.

La India del pasado está ahí. Basta visitar los atiborrados y bulliciosos centros de ciudades como Agra o Delhi, sus templos, mezquitas y mercados, para sumergirse en el pasado. Como en las películas, multitudes rodean al visitante en calles circundadas por decrépitos edificios, donde no faltan los artesanos que practican oficios centenarios, las vacas deambulando sin que nadie les preste atención y tampoco faltan las señales de pobreza, a veces extrema. En los alrededores de las ciudades, se retrocede aun más en la historia, cuando se ven campesinos y campesinas, ellas vestidas en multicolores ‘sari’, trabajando en el campo con herramientas primitivas. Desde este mundo del pasado provienen también los fuertes, palacios y monumentos (como el Taj Mahal), que pueblan nuestras imágenes mentales de ese enorme país.

India, sin embargo, es hoy también un país de modernidad, en que se pasa del pasado al futuro, de escenas que quizás serían propias del siglo XV a escenas del siglo XXI, en cosa de minutos, sin transiciones. Signos de esta modernidad son algunas obras de infraestructura, como son los aeropuertos de Delhi e Hyderabad, que no tienen nada que envidiarle a los más modernos del mundo. Pero, mucho más importantes como signo de modernidad y de su presencia en el siglo XXI, son sus “empresas del conocimiento”, entre estas, sus empresas tecnológicas y sus instituciones de educación superior.

Un par de botones de muestra: Infosys, empresa de consultoría y desarrollo de TI, cuya matriz está radicada en Bangalore, ya es un líder mundial en su campo, con una capitalización de mercado que supera losUS$ 30 mil millones. Visitamos sus instalaciones en Hyderabad, donde trabajan 12.000 empleados, 8.000 de los cuales son ingenieros, en instalaciones que no tienen mucho que envidiarle a los ‘campus’ de las grandes empresas tecnológicas de EEUU. Gracias a compañías como Infosys, India ya es el líder mundial en outsourcing tecnológico. Otro caso notable es la escuela de negocios que visitamos, la Indian School of Business, que aunque fue fundada hace solo diez años, ya tiene ubicado su MBA en el lugar 20 en el ranking global 2012 del Financial Times.

Aunque podría pensarse que India y China son competidores, hay indicaciones que no es así y que ambos gigantes están siguiendo caminos distintos. Por una parte, China le ha sacado ventaja a India como centro manufacturero mundial y tiene mejor infraestructura. La idea en India no es replicar lo hecho por China, sino que concentrarse en la innovación de modo que el R&D sea hecho en India y tercerizado para la manufactura en China. De lo anterior se desprende la estrategia de desarrollo de la India: generar ventajas comparativas en base a la innovación. Esa innovación, sin embargo, es diferente a la de los países desarrollados, ya que está orientada a desarrollar soluciones tecnológicas de bajo costo (lo que en ingles llaman ‘reverse innovation’), para los segmentos de bajos ingresos, mayoritarios en el mundo, lo que Prahalad denominó la ‘base de la pirámide’.

Juegan a favor del desarrollo de India su democracia, que funciona, más otros factores, particularmente socio/culturales, como la tolerancia a la diversidad que caracteriza a sus habitantes. Esto es fundamental en un país con innumerables etnias, tres religiones mayoritarias, 17 idiomas oficiales (siendo el inglés la ‘lengua franca’) y extremadamente jerárquico.

Los empresarios chilenos tienen que tomar nota de lo que está ocurriendo en la India. Con una población de 1.200 millones de personas y un crecimiento económico del 8% el año pasado (¡el sector servicios creció +15%!), es un mercado que hay que explorar, tanto por sus millones de consumidores como por las potenciales alianzas estratégicas con sus empresas y universidades.

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