Mejorar la productividad es posible

En 2016 el gobierno instaló el tema de la productividad en el centro de la discusión pública, al decretarlo como el “Año de la Productividad”. De ahí surgieron varias iniciativas, entre ellas, la creación de la Comisión Nacional de Productividad (CNP), a la que se encargó como primera tarea desarrollar un estudio en minería. Es un reconocimiento importante que este primer paso haya sido precisamente en minería, sector clave en el desarrollo del país.

En el contexto de la reciente semana Cesco, realizada en el mes de abril, se dieron a conocer los primeros hallazgos de este estudio, entre los cuales queremos destacar tres. Primero, para dar una noción del valor en juego, el estudio base del consultor señala que si logramos cerrar las brechas de productividad, la producción de cobre podría pasar de las 5 millones de toneladas y fracción, a 7 millones. Segundo, el estudio revela que frente a operaciones referentes internacionales, nuestras mayores brechas están en productividad laboral -del orden del 300%-, sin que aquellas asociadas a la productividad del capital sean poco significativas –entre un 20% y un 40%-. Y como el estudio aclara, ni la productividad laboral es responsabilidad exclusiva de los trabajadores ni la productividad del capital es responsabilidad exclusiva de la gestión de las empresas. Y tercero, nuestro sistema de evaluación ambiental se ha ido haciendo cada vez más complejo y menos predecible, de modo que la aprobación de grandes proyectos en Chile toma hasta dos años más que en otros países mineros desarrollados.

A partir de estos ejemplos el consultor recomienda actuar en todos los frentes: a nivel de empresas, de la industria y de país; en políticas públicas, principalmente laborales y ambientales; e incluso variables culturales. Ahora es momento de pasar de los hallazgos a las propuestas de política pública, las que serán entregadas próximamente por la CNP a la Presidenta.

Como resultado inmediato del análisis de brechas de productividad, las compañías socias del Consejo Minero -que fueron parte activa de su elaboración-, ya se encuentran analizando los resultados para transformarlos en mejoras de gestión. Esperamos que con igual entusiasmo tanto los trabajadores como las autoridades se sumen a la implementación de las recomendaciones que estén en sus respectivos ámbitos de acción.

Finalmente, no debemos perder de vista que trabajar en productividad es relevante no sólo porque nos permite dar saltos en producción minera, sino porque lleva a adoptar mejores prácticas que terminan beneficiando a todo el país. De ahí que la productividad sea un desafío mancomunado que requiere velocidad y a la vez perseverancia; este no es desafío de un año, sino al menos de una década.