Millennials: el gran desafío del mercado laboral

Jorge Martel

Si consideramos que los millennials, aquella generación que hoy tiene entre 18 y 34 años, representaron -según el INE-, el 29,6% de la fuerza de trabajo de nuestro país durante 2017, no hay duda de que se trata de un segmento etario al cual las empresas deben prestar especial atención. No obstante, de acuerdo al último Índice de Calidad de Vida Laboral desarrollado en 2017 por Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos, en conjunto con Cadem, los resultados arrojaron que esa generación está un 8,9% menos satisfecha que la población general (56%). En tanto, las personas mayores de 50 años están, en promedio, un 5,3% más satisfechas laboralmente que las nuevas generaciones.

Es importante destacar que este Índice se construye a partir de seis dimensiones que conforman la calidad de vida: salud y bienestar; desarrollo personal; relaciones interpersonales; entorno físico, reconocimiento, y facilidad y eficiencia.

Dentro de este contexto, los millennials manifiestan un fuerte descontento en lo que respecta a la dimensión de “salud y bienestar”, donde las diferencias respecto de la satisfacción general de la población alcanzan hasta un 17%. Aquí son muy relevantes temáticas como “carga de trabajo”, “cuidado de la salud física y mental” y, por supuesto, “equilibrar la vida laboral y personal”.

También es importante la dimensión “desarrollo personal”, donde los jóvenes demandan más capacitaciones y oportunidades para crecer y desarrollarse profesionalmente.

Para aumentar la satisfacción general de esta generación, a veces incomprendida, es importante saber qué la motiva. Es necesario señalar que estos jóvenes buscan un propósito mayor, que va más allá de la compensación económica, donde el desarrollo como persona y la calidad de vida cobran una gran importancia.

En este sentido, para los millennials la flexibilidad es clave al momento de definir sus prioridades laborales. Buscan nuevos espacios como el teletrabajo u horarios de jornada más flexibles que les permitan realizar otras actividades y es ahí donde las empresas deben entregarles una oferta atractiva, especialmente si consideramos que se trata de una generación que, de acuerdo a nuestro Índice de Calidad de Vida Laboral, tiene un alto nivel de compromiso con su trabajo (86%) y con sus equipos (84%).

El desafío de atraer a los jóvenes no es menor y los beneficios son clave en ello, y no nos referimos sólo a beneficios monetarios, sino que a entregarles una oferta que combine flexibilidad y mayor autonomía para realizar sus labores diarias. Ese es el reto.