A pasar agosto

Padre Hugo Tagle

"A río revuelto, ganancia de pescadores", dice el refrán. En el caso de Chile, lo revuelto del ambiente no redunda en ganancia para nadie. El exceso de tensiones nos empobrece y, como siempre, pierden los más pobres. Existe un ambiente de mayor crispación de lo que es sano para una economía y sociedad. Ojalá "reine la cordura" y logremos crecer en diálogo; llave mágica - de mágica nada: simple verdad elemental- para lograr acuerdos entre personas.

Un pequeño buen signo fue el cese de la huelga docente. Pudo haber terminado hace semanas. Las condiciones para un acuerdo se encontraban ya sobre la mesa. A punta de amenazas no logramos nada.

¿Queremos barrer con lo poco bueno que hemos construido? La democracia es un juego de ceder en pretensiones y pensar en el bien mayor de la sociedad en su conjunto. Nos hacemos zancadillas entre nosotros y eso solo nos perjudica. El parlamento es el lugar donde se discuten las leyes, no la calle. ¿Que requiere perfección y mayor representatividad? Pues bien ¡a modificarlo! Pero no a punta de destruir.

Hacen bien el sinceramiento en las conductas públicas y las denuncias de irregularidades. "Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Jn 8,32). Hay que actuar con la conciencia de estar a plena luz, en un foro público, ante las cámaras. Quien tiene alguna responsabilidad ante otros, sea padre, jefe o político debe llevar una conducta ejemplar. Lo que se hace en la oscuridad, a media luz, tiende a ser a lo menos cuestionable. Antes de tomar decisiones complejas, consulte con otro. Mejor preguntar demás que de menos. Es un buen seguro para no equivocarse.

El caso "Quemados" ha revuelto el mundo noticioso. Recuerdo aquí las palabras de los obispos con motivo de los 40 años del golpe militar: "Nada justifica los atropellos a la dignidad de las personas cometidos a partir del 11 de septiembre de 1973". Este delito cometido por personas ligadas al poder del Estado fue de una cobardía deleznable, no admite ninguna justificación y es condenable en toda su dimensión. Que éste y otros casos en que se atentó contra la vida de personas al margen de la ley nos lleven a un mayor respeto al juego democrático, a la normativa vigente y a la dignidad de las personas. Insisto: no hay que temer a la verdad.

Mañana se vota la idea de despenalizar el aborto. Es de esperar que se rechace. Existe un protocolo médico para abordar los casos de embarazos difíciles por lo que no se necesita despenalizar el aborto. Será una mala señal y puerta para abusos en esta materia. Y ¡a pasar agosto! Que lo terminemos mejor que julio.