Padre Hugo Tagle

Crítica constructiva

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 2 de abril de 2018 a las 04:00 hrs.
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La cita del mes que acaba de terminar es la que se le atribuye a Voltaire: "Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Resume muy bien cuál debe ser el espíritu que debe animar nuestra convivencia.

Aprovecho de aclarar que la frase en realidad nunca la dijo Voltaire, sino que la utilizó la biógrafa británica del autor francés, Evelyn Beatrice Hall, en el libro "Los amigos de Voltaire", publicado en 1906. La autora británica, que firmó con el seudónimo de Stephen G. Tallentyre, resumió así lo que para ella -y lo es en verdad- son las bases del ideario del filósofo francés, la tolerancia.

Debemos aprender a vivir, y dejar vivir, mientras no se agreda el derecho de un tercero. Mi libertad, termina donde empieza la libertad del otro. La exigencia de mis derechos supone el cumplimiento de un deber. Y que solo lo puedo exigir si estoy dispuesto a contribuir a que éste se vea satisfecho. En fin, como se ha dicho hasta la saciedad, podemos estar en desacuerdo con la forma de pensar del otro, pero jamás recurrir a la violencia para rebatirla.

Y esto tiene que ver con la forma en que ejercemos la crítica al otro. En la construcción social, no hay ganadores y perdedores. O todos ganamos o todos perdemos.

Hacemos bien en criticar al otro, pero en el sentido correcto y por lo mismo, fecundo del término. La palabra crítica viene del verbo griego "krino" o "krinein", que quiere decir: "juzgar, medir, valorar", y que nos recuerda que de esta misma raíz, "kri" vienen "crisol" y "acrisolar", es decir: filtrar impurezas; y vienen también palabras tan dispares como "crisis", "criterio" e incluso "hipocresía" (desempeñar un papel teatral, literalmente).

Por tanto, crítica no es, como suele pensarse, sólo decir las cosas malas de lo juzgado, sino medir, valorar cuanto tiene de bueno y de malo. Por lo que una crítica que sólo subraya lo negativo no es ya una crítica. Para expresar la idea de "decir lo negativo" los griegos tenían otras dos palabras "aitía", que quiere decir acusación, y "diabolé", que es más dura y se refiere a la "acusación calumniosa". De esta última palabra viene precisamente el nombre de "diablo", es decir: el acusador, el calumniador.

Muchos que se creen "críticos", son simplemente "diablos", vale decir confunden y calumnian, pero no critican en el sentido de juzgar, medir y ponderar. Muchos que creen ejercer esa noble tarea que es criticar (separar el grano de la paja) para guardar, en realidad lo que hacen es acusar, calumniar, diabolizar. Es decir: destruir.

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