Padre Hugo Tagle

Emprendedores

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 4 de diciembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Preocupa el tema trabajo. En una sociedad volátil y “líquida”, como se la ha descrito, éste será cada vez más voluble, frágil, flexible. Estaremos obligados a reinventarnos cada vez más, recurrir a todo tipo de cursos de perfeccionamiento, profundizaciones y mayor tecnificación. Sin duda los robots nos van a reemplazar en muchos ámbitos. Tendremos más tiempo ocioso. Se deberá desarrollar una industria del tiempo libre más dinámica, variopinta, que nos ocupe con sentido. Eso sí, la industria de servicios deberá apostar por un contacto más personal, por lo que el trato con personas será más exigido. No se preocupe: los humanos seguiremos trabajando, pero en forma distinta. Eso sí, la propuesta de jornadas laborales más cortas se hará realidad, por fuerza. Tanto para que otros trabajen como por el hecho de que no será necesario tanto tiempo presencial en el taller, oficina o fábrica. Las sociedades modernas -las que realmente se quieran subir al carro del desarrollo- tenderán a flexibilizar el tiempo de trabajo: más trabajo en la casa, en horarios flexibles.

Ya hay mayor demanda de técnicos. Paradojalmente, somos el país con mayor potencial de energía solar y no contamos con técnicos que coloquen los paneles. Peor aún, ¡ninguna pieza de los paneles se fabrica en Chile! Solo ponemos el sol. Si no nos subimos al frenético ritmo del mercado laboral mundial, nos quedaremos atrás. Urgen políticas que fomenten la creación de más y mejor empleo. Habrá que ser más versátil, saber tocar varios instrumentos, “servir para más cosas”. Quien pretenda entrar al mercado laboral sabiendo hacer “una sola cosa” está perdido. Hay que saber reinventarse. La edad será cada vez menos importante. Crucial será ser flexible, saber adaptarse, para mantenerse vigente.

Aplaudo a los emprendedores, esos que levantan pymes a punto y codo, con grandes dificultades, en un país en que se mira con recelos y envidias el emprendimiento, las buenas iniciativas. El dar y crear trabajo es de las cosas nobles de la vida. Para un cristiano, es particularmente importante. Es una obra de caridad, de las mejores, sin duda. Siempre será mejor enseñar a pescar que dar el pescado. Y mejor aún, hacer participar de la pesca. Quien crea empleos, dignifica, enaltece al otro, lo hace participar de la riqueza que nos ha confiado el Creador.

Los cristianos comenzamos el tiempo de Adviento. Se asocia con éste caridad, solidaridad. Quienes se quedan al borde del camino o simplemente atrás, son un recuerdo constante del paso de Dios en medio nuestro.

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