Grande, papá

Padre Hugo Tagle

La verdad, tenemos buenos modelos de papás en Chile. Reconozco ser crítico del molde paterno chileno.

Razones para las críticas hay de sobra, lamentablemente. Más de un 50% de los hijos en Chile nacen fuera del matrimonio, viven con su madre, alguna abuela o tía. Del padre, ni la sombra ¿Qué imagen positiva pueden tener?

Crecen con una imagen de autoridad masculina teñida de sospechas, mentiras, medias verdades, eludiendo su responsabilidad. Muchos jóvenes crecen sin un referente masculino, que resulte iluminador, ejemplar o estimulante. Pero tirando la raya para la suma, el resultado es relativamente positivo.

La ausencia o presencia del padre marca a fuego el desarrollo afectivo y equilibrio emocional de una persona. Es descanso, seguro y elemento equilibrador de la personalidad. Su ausencia se puede reparar, sin duda. Pero nunca suplir del todo. Muchos chilenos caminan por la vida estirando la mano ante un padre invisible que no solo no existe, sino que se ha presentado en una silueta nefasta.

Pero las nuevas generaciones de hombres deberían ser mejores padres que los que ellos tuvieron. Hay algo de mayor conciencia en que en esto de ser padre se nos juega no solo la vida personal, sino la del hijo que se les ha confiado. Noto que se involucran más en las actividades de los hijos. Por de pronto, las exigencias de todos los colegios en ese sentido han ayudado a que se compenetren más en las actividades de los hijos. El simple "papá proveedor" se acabó. Y si no se ha subido al carro de la modernidad, amigo lector, comience a hacerlo. Es "cool" ser buen papá.

Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista. Por lo mismo, es una tarea de todos los días, que exige dedicación, esfuerzo, muchas renuncias, desvelos y más de un mal rato. "Un buen padre vale por cien maestros", dice Rousseau. La verdad, buena parte de la mejor educación radica en el buen ejemplo paterno-materno; la mejor de las escuelas.

Los hay de los "aperrados", que están en todas las cosas de sus hijos; participando de sus eventos escolares, de verano; pasando a buscarlos a las horas más increíbles. Un padre no es "el mejor amigo". Es la figura amable, que conduce, guía y alienta y aconseja. Un delicado equilibrio entre cercanía y lejanía, una combinación virtuosa entre informalidad y sano rigor.

Y el mejor referente es el Padre Dios. Quien tiene un oído en el corazón de Dios, se sentirá apoyado e iluminado por quien conduce nuestra vida e historia. Es descanso para el alma y seguro de buenas decisiones ¡Buen día del padre!