Padre Hugo Tagle

Lecciones de las urnas

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 3 de julio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Quiero felicitar a todos los candidatos que participaron en las primarias. Las semanas previas, tanto a través de los debates, foros, franjas radiales y televisivas, nos movieron a “soñar” un nuevo Chile, mejor, más justo, unido e integrado. Hubo momentos patéticos, como un par de debates para el olvido. Pero los malos ejemplos sirven al menos de eso: de cómo no hay que debatir ni expresarse. No es con descalificaciones, falsos testimonios, frases destempladas, hirientes, como construimos país. Hay que ser propositivo y no destructivo. Se discutió y reflexionó. Y mucho. Y eso nos hace bien. Hubo de todo en materia de propuestas. Y es bueno que sea así. Tras una propuesta en principio ilusa, de ciencia ficción, puede salir una buena idea, que se concretice y lleve a algo bueno y provechoso para todos. Ridiculizando el argumento del adversario, solo debilitamos las ideas propias.

Es de esperar que en esta segunda etapa, ya de cara a las presidenciales, se eleve el nivel del debate y se afinen las propuestas. “El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo, sino el progreso”. Por ello, ojalá se asuman algunas de las ideas de los candidatos que no siguen en carrera y no queden en el papel. Hay que recordar que todos los postulantes representan a sectores de la población que no se deben despreciar y que tienen mucho que decir. Ignorando al otro, solo hacemos crecer la brecha entre los distintos actores sociales y polarizamos más la convivencia. Estamos obligados a sentarnos a la misma mesa y conversar. Las discusiones no son el arte de hacer callar al adversario. Se trata de sacar lo positivo del otro para enriquecer la propia postura.

“Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar”, dice Churchill. Saber callar a tiempo, saber escuchar y asumir la cuota de verdad del otro, es signo de inteligencia y valentía.

Así como es una gracia el hablar bien, lo es también el tener la sabiduría necesaria para cerrar la boca. Un buen silencio dice mucho más que miles de palabras. Será éste un tiempo de escuchar a la ciudadanía, cosa que es queja permanente. Los candidatos tendrán que ser tan propositivos como comprensivos si quieren ganar influencia. Y ojalá aumente la participación ciudadana en noviembre. Chile lo construimos todos. Aquí, nadie sobra. Que en este tiempo crezcamos en tolerancia, diálogo, respeto, inclusión y valoración del otro. Todos ganamos.

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