Padre Hugo Tagle

Ministerio de la soledad

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 26 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Padre Hugo Tagle

Padre Hugo Tagle

Theresa May, primera ministra británica, anunció hace unas semanas la creación de un departamento para luchar contra lo que en Inglaterra es una verdadera epidemia social, que afecta a más de nueve millones de personas: la soledad. En efecto, en el Reino Unido el “vivir o estar solo” se transformó en un asunto de Estado.

“Para demasiada gente, la soledad es la triste realidad de la vida moderna”, ha dicho May. “Quiero confrontar este desafío para nuestra sociedad y que todos nosotros actuemos para atender a la soledad que padecen los mayores, gente que no tiene a nadie con quien hablar o compartir sus pensamientos y experiencias”.

El informe que preparó esto habla, por ejemplo, que cerca de 200 mil personas mayores en Inglaterra no han tenido una conversación con un amigo o familiar ¡en más de un mes! Para llorar a mares.

Pero ¿cómo estamos por casa? Los desafíos de la tercera y cuarta edad son una realidad. Vivimos más. Una alegría que trae nuevos desafíos, como las pensiones, sin duda. Pero alcanzar una vejez digna y feliz no lo logra solo el dinero. La ilusión de una “eterna juventud” impide a muchos prepararse bien para la vejez.

Y la soledad es su triste resultado. El debilitamiento de una serie de instituciones que tradicionalmente tejían conexiones entre las personas, como los sindicatos, la iglesia, la familia, los clubes y los centros de trabajo, acentúan esta soledad. Ellas juegan un rol clave para una mejor y más feliz vejez.

Ahora trabajamos más en casa. Pasamos más horas del día solos que hace 10 años. Para muchos pareciera que su mejor amigo es el celular o una pantalla de computador. Lo engañoso de las “redes sociales” como Facebook, Instagram o Twitter, no reemplazará jamás el contacto personal, insustituible para una vida sana y equilibrada.

Desde ya algunos consejos: el cultivo de buenas amistades es un seguro para una buena ancianidad. Y desarrollar habilidades manuales, como pintar, trabajar en el jardín, carpinterear. También mantener el alma y cuerpo sanos. Practique deportes. Haga algún voluntariado.

Comparta sus conocimientos con los menores, no tanto dando consejos, sino ayudando efectivamente. Participe de un club de lectura. Y, quizá lo más importante, el apostolado de los mayores es la oración. Rece más. Rece en comunidad, con otros. Por usted y los que lleva en el corazón. Por la paz. Así abordará la tercera y cuarta edad como lo que es: un tiempo precioso para ocuparse y prepararse en el encuentro con quien ha estado siempre a nuestro lado.

Lo más leído