Padre Hugo Tagle

No es “reality”, pero casi

Padre Hugo Tagle @HugoTagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 24 de mayo de 2021 a las 04:00 hrs.
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El formato de Reality Show llegó a Chile hace ya 12 años, con el célebre “Protagonistas de la fama”. A partir de ahí, la mayoría de los canales nacionales ha transmitido, a lo menos, un reality.

La convención constituyente no será un reality, pero hoy por hoy, gracias a los medios de comunicación masivos, tendrá algo de eso. No hay nada de peyorativo en la comparación. Al contrario. Al igual que en los reality, la sobre exposición pública, dar cuentas regularmente de su desempeño, pasar por el cedazo de la crítica, dejarse evaluar por la ciudadanía, serán grandes desafíos.

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No se trata, como lo dijera patéticamente un partido, de “rodear la convención”, pero sí de sintonizar bien con la ciudadanía que los eligió. En ese sentido, consultar, abrirse a los conocimientos de otros. La modestia es signo de inteligencia; dejarse complementar, aún más.

Me imagino que se implementará un sistema de consultas, buzón de inquietudes. El proyecto “Tenemos que hablar” de la UC y UChile es una buena muestra de “escaneo ciudadano”, de retroalimentación, de auscultar en las inquietudes de la gente.

Lamentable el bajo número de votantes en la mega-elección. Abundan las razones, por no decir excusas. Quizá fue muy complicada para algunos y esto, sumado a la pandemia, peor. En fin, así es la democracia y el voto voluntario lo permite. Un punto por revisar será lo del voto obligatorio, lo que sería una lástima. Quien no votó, por flojera o disconformidad, debería preguntarse por su grado de solidaridad y preocupación por los demás, sobre todo por los más pobres y vulnerables. Quien pudiendo votar no lo hizo, comete una falta no menor.

Mirando lo positivo, es un buen signo lo variopinta, el arcoíris de sensibilidades que se da en la convención constituyente, lo que debería conducir a un texto que recoja el sentir de todo Chile.

Tan importante como el resultado, será el proceso lo que quedará fijado en la retina (porque somos más de ver que de escuchar) de todos los chilenos. De ahí que, un servicio será un diálogo constructivo, que es lo ciudadanía espera. Quien se plantee en este proyecto atrincherado, cerrado al diálogo, no responderá a lo que sus propios electores esperan de él o ella: aportar a una carta donde nos encontremos todos. Eso pasa por vivir desde el primer día de trabajo lo que el texto debe ofrecer.

A los constituyentes que son creyentes, los invito a tener “el oído en el corazón de Dios y la mano en el pulso del tiempo”. Dejar que el buen Padre Dios les hable a sus conciencias para ofrecer así, lo mejor al país.

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