Padre Hugo Tagle

Nosotros, el pueblo

Padre Hugo Tagle @HugoTagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Martes 29 de junio de 2021 a las 04:00 hrs.
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De los inicios más significativos de una carta fundamental, rescato el simple comienzo de la constitución americana: “We, the people”. Revela un sencillo, pero esencial anhelo humano: compartir y hacer presente la responsabilidad por un futuro colectivo. Es la gente, el ciudadano de a pie, el invitado a ello. No es un “unos contra otros”, puras individualidades, grupos autónomos unidos utilitariamente por una suerte de entramado social llamado “Estado”. Es la conciencia compartida de historia, ruta y destino.

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El próximo domingo se inicia la convención constituyente. En Chile, estimado lector -y debo decir estimado constituyente-, nadie sobra. ¿Qué no le gusta fulano o zutano en la constituyente? Pues bien, están ahí. Fueron elegidos para una tarea y se debe respetar ese encargo. Comparten un sentir común: quieren de buena fe lo mejor para Chile y tienen derecho a hacer su aporte. El desafío es canalizar sus ideas en un proyecto común. La inteligencia se revela en la capacidad de acuerdos, ceder y encontrar puntos comunes; subrayar lo que une y no lo que divide.

Tan importante como el resultado final será la cultura cívica de su trabajo; el camino que tomen para llegar a la meta. Los chilenos quieren acuerdos que permitan la construcción de un proyecto de país en que caben todos.

En una charla TED el conferencista Jonathan Sacks habla de tres caminos para combinar el “mi” con el “nosotros” en una sociedad que se proyecta unida: el nosotros de las relaciones, el nosotros de la identidad y el nosotros de la responsabilidad. Las únicas personas que nos salvarán de nosotros mismos, nuestros egoísmos, somos las mismas personas, juntos.

Debemos pasar de la política del “mí” a la política del “todos”. Ahí redescubrimos que una nación es fuerte cuando se preocupa por los débiles, se hace rica cuando se preocupa por los pobres, se vuelve invulnerable cuando se preocupa por los vulnerables. Sacks invita a realizar un simple ejercicio. Vale para los constituyentes y para la vida de cada uno de nosotros: Cada vez que encontremos la palabra “yo” la sustituyamos por la palabra “otro”.

Entonces, en lugar de autoayuda, ayuda a otros; en lugar de autoestima, estima por los demás. Afrontamos cualquier miedo futuro cuando sabemos que no lo afrontamos solos, ya que la unidad es la mejor de las fortalezas; un valioso ingrediente para ayudar e integrar a los más pobres y vulnerables. Por el bien del futuro “mío”, fortalezcamos juntos el futuro “nosotros”.

Que la Virgen del Carmen bendiga el trabajo de la convención.

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