Padre Hugo Tagle

Recuperar confianzas

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 13 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
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Se repite aquí y allá eso de la "crisis institucional". Hay algunos que les gusta llenarse la boca con esto de augurar malos presagios, aires de decadencia, profetizar caídas y quiebres institucionales. Nada peor para el país que la pérdida de confianza. Digámoslo de una vez: con la pérdida de confianza en las instituciones no hay ganadores. De hecho, la caída de confianza en la Presidenta ha redundado en la caída de la confianza ciudadana en todos los actores políticos: nadie le cree a nadie. Y menos a los mismos que, de lado y lado, reprochan al otro la caída de confianza en ellos. Un juego que termina desprestigiando a los políticos, si es que es posible hacerlo más.


Es tarea de todos el recuperar las confianzas en las instituciones. Como lo he dicho antes: vivimos una época privilegiada. Nunca habíamos hablado tanto de probidad, cabalidad (con b larga, por si las dudas) integridad y honradez. Asistimos a una suerte de "sinceramiento" público en que ya sabemos que hay malos usos que no se deben repetir.


Y nada peor que decir "todos lo hacen". Recuerdo hace años que me paró un carabinero por andar sin las luces prendidas en la carretera. Le dije ingenuamente: "nadie anda con las luces encendidas". Sí, me contesto, pero lo paré a usted. Tenía razón. Son cientos los que andan a exceso de velocidad. Pero eso no es excusa para que uno lo haga. Hasta que lo paran. Aquí, nos hemos dado cuenta que tenemos que cambiar la forma de hacer política. Y de financiarla. Es de esperar que hayamos aprendido la lección y se llegue a un acuerdo - que hay que hacerlo - de un nuevo rayado de la cancha.


Para recuperar confianza hay que educar en ella y practicarla. Nos hemos transformado en maestros de los rumores y maledicencia. Culpo en buena parte al mal uso de las redes sociales. Aflora lo peor de algunos. Tiran la piedra y esconden la mano. Nos hemos mal acostumbrado a las frases "para la galería": altisonantes, de falsa dureza, para encandilar pero lejos de invitar a razonar.


Que esto de las "crisis" no nos haga "perder el norte". Nunca mejor dicho. Son miles los que sufren en la zona más rica de Chile. La paradoja irritante de la tragedia nortina. Una zona que debería ser un vergel, con ciudades bien emplazadas; una zona que nos da de comer a todos los chilenos, particularmente a los santiaguinos, resulta que es de las más empobrecidas. Vergüenza nacional. La tragedia nortina dejó en evidencia la precariedad y pobreza en que viven muchos compatriotas nuestros. Una buena tarea que debería reenfocarnos en lo importante. Ahí sí que ganamos todos.

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