Padre Hugo Tagle

Semana Santa y vida

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 21 de marzo de 2016 a las 04:00 hrs.
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Los cristianos comenzamos la Semana Santa. Ayer fue Ramos, una de las fiestas religiosas más queridas. Quizá usted mismo, sin ser tan asiduo a las ceremonias religiosas, se acercó a su iglesia o capilla para celebrar esta hermosa fiesta. Recibimos un ramo, de olivo o palma, con la que alabamos a Jesús que entra a Jerusalén. Preludio alegre de una historia triste, como será su condena y muerte. Pero, a diferencia de otras tragedias, tiene un final feliz. Jesús vence a la muerte, resucita, y con eso despeja todas las dudas e incertidumbres. Sí, Él es el Mesías, el Señor. No hay que esperar más. Jesús resucitó.

Pero no adelantemos materia. Lo invito a aprovechar el fin de semana que se nos regala para lo que fue pensado: celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La fe en Cristo empapa y traspasa todo. Incluso quienes no creen en Él, se ven influidos por su persona e historia. Y en buena hora. En Él comienza la verdadera libertad, fraternidad, tolerancia y paz. Sin Cristo, no hay libertad. Basta dar una mirada al resto del mundo para comprobar que la falta del Dios manifestado en Cristo desemboca en una falta de libertad.

La semana pasada fue triste para Chile. Se aprobó la despenalización del aborto en tres causales. Queda la discusión en el senado. Es de esperar que se revierta esa decisión. Hay vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Lo bueno de la discusión es que de un tiempo a esta parte estamos hablando de “alguien” y no de “algo”. Hablamos de persona humana. Otra cosa es que algunos le nieguen el derecho a nacer. Triste y lamentable.

Cualquiera sea el resultado final, quienes creemos en la vida desde su concepción debemos redoblar esfuerzos por salvarla. Por muy penalizado que esté ese crimen -que lo seguirá siendo, con o sin despenalización de los tres casos- no se debe “bajar la guardia” en la defensa de la vida. Eso implicará más recursos, apoyo real y concreto a las madres embarazadas, especialmente a las que pasan por una situación compleja, mejorar las condiciones laborales de las mujeres, pagar mejores sueldos, apoyos a pre y postparto; prevenir posibles conductas ilícitas en este campo. En dos palabras, hacer de la posible despenalización “letra muerta”. Que ninguna mujer en Chile pueda excusarse y alegar que debe abortar, ya que ha contado con todo el apoyo imaginable. Si hay una sociedad generosa - metiéndose la mano al bolsillo, no solo con palabras candorosas a favor de la vida - que apoya a la mujer, desaparece el fantasma del aborto. ¡Una bendecida Semana Santa!

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