Padre Hugo Tagle

Sueldo ético

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 4 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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Monseñor Alejandro Goic, vicepresidente de la CECh, comentó hace unos días atrás en un medio de Iglesia la necesidad de repensar y aumentar el sueldo mínimo en Chile. Es un tema permanente. No solo mejorar los sueldos, sino la calidad de los trabajos, crear mejores condiciones de empleo. Como él señalo en su entrevista, es difícil dar una cifra, aunque es claro que el piso de los $ 250 mil, de hace una década, quedó corto hace tiempo. "Este es un país poco equitativo. Pocos ganan mucho y muchos ganan poco. La cifra ($ 250 mil) que salió hace nueve años fue simbólica. El mínimo en ese entonces era cercano a los $ 150 mil, pero yo recuerdo que salía al supermercado a hacer las compras del mes y veía que el carrito se llenaba con cosas sencillas y elementales. Pagaba cerca de $ 100 mil pesos, entonces me preguntaba: ¿Cómo es posible que la gente pueda vivir?", se preguntó Mons. Goic. Justa pregunta, que nos debe preocupar a todos, particularmente a quienes tenemos más. Es una gran responsabilidad el tener bienes y no compartirlos debidamente. Todos ganamos con una mejor distribución de la torta. "El problema de fondo en Chile es cómo superamos esta codicia que existe y cómo somos capaces de comprender que para que haya una sociedad tranquila, en paz y justa, tenemos que ser una sociedad más distributiva de los bienes", enfatizó. "Si yo soy empresario -dijo - y a mi empresa le va bien ¿por qué le va bien? Porque tengo trabajadores responsables y profesionales, gente que contribuye al desarrollo de mi empresa".


La preocupación que debe tener una persona que da trabajo es que, lo que se pague por un trabajo estable, satisfaga "las necesidades básicas de las personas, que son alimentación, vivienda, salud y educación".
"En este país a veces hay bonos que los gobiernos ofrecen como una especie de subsidio y, claro, es bienvenido el bono porque ayuda, pero lo curioso es que hay mucha gente que trabaja y con el fruto de su trabajo no alcanza a cubrir sus gastos. Uno esperaría que el sueldo logre satisfacer las necesidades fundamentales", añadió.


El tema es complejo, lo sé. Pero se comprende el malestar de un sector no menor de la población, que ve con extrañeza que, a pesar de los progresos como país, su realidad personal no mejora. La preocupación debe enfocarse también en adquirir mejores herramientas laborales, mano de obra más calificada que permita, sobre todo a los jóvenes, aportar más a su propio bienestar y de sus familias. Que el mes de abril, mes pascual, nos regale la sabiduría y gracia para hacer de Chile un país más justo, fraterno y unido.

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