Padre Hugo Tagle

Valentín y cenizas

tagle para reflexionar

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 12 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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os el día de San Valentín, día de los enamorados. Y se celebra también el inicio de la Cuaresma, el miércoles de ceniza.

Curiosa coincidencia. Por un lado celebramos el amor, la entrega al otro y, por otro, el inicio de un tiempo de conversión, renuncia y solidaridad. Pero, bien leído, ambas celebraciones tienen mucho en común.

San Valentín era un obispo que, en la época de la persecución de los cristianos, casaba en secreto a los novios, para que no los mataran. Arriesgaba su vida y la de los enamorados para que ellos pudiesen regalarse el uno al otro indisolublemente, para siempre. Cuando se ama de verdad (no se puede amar “de mentira”; no es amor, es engaño) uno está dispuesto a correr cualquier riesgo. San Valentín animaba a los enamorados a asumir el riesgo, burlar la injusta prohibición a los matrimonios cristianos y a decirse que sí el uno al otro.

Cuaresma es el tiempo en que los cristianos revivimos la entrega de amor de Jesús. El cristianismo es la religión del amor. Es la fe que humaniza, nos hace plenamente humanos, revela el sentido último de nuestra existencia que es amar y ser amados.

En San Valentín renovamos nuestra vocación de amor a un tú, de forma definitiva. Si está comprometido, amigo lector, celebre ese compromiso con un regalo. Bien vale la pena. Pero más que el regalo, es la renovación interior de renunciar, asumir sacrificios por amor al otro. Dice San Agustín: “Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor”. Amar es estar dispuesto a asumir dificultades e incomprensiones. A cargar con el otro en un camino común.

La Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en esa capacidad de amor. Dice el Papa Francisco: “Cuaresma es el camino de encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo. El Señor –que en los cuarenta días que pasó en el desierto venció los engaños del Tentador- nos muestra el camino a seguir”.

Lo invito, amigo lector, a adentrarse en el misterio cuaresmal, a acompañar a Jesús en su camino hacia el calvario pero, sobre todo, a su Resurrección.

Se nos invita a hacer alguna renuncia, así nos liberamos interiormente de falsas ataduras y nos disponemos mejor a servir a los demás. De hacer alguna obra de caridad, de pensar en los más necesitados, los pobres y ancianos. Es tiempo de rezar más. Acérquese a su parroquia o capilla y participe más vivamente de este tiempo cuaresmal. Le hará bien. Saldrá renovado.

Padre

Hugo Tagle

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