Padre Hugo Tagle

¡Vamos a lo esencial!

Padre Hugo Tagle @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 12 de abril de 2021 a las 04:00 hrs.
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Para quien vive de su trabajo cotidiano, eso es “producto esencial”. En fin, se comprende el esfuerzo de las autoridades por conjugar trabajo, crecimiento, empleo, con la necesidad de “aplanar la curva” y bajar los números de un virus que no da tregua. Es de esperar que los protocolos de cuarentena y cuidado se vayan flexibilizando y se logre un mejor equilibrio, que permita tanto trabajar como combatir la pandemia.

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Mi solidaridad con las PYME y miles de pequeños comerciantes que a duras penas llegan a final de mes. Admirables el ingenio, buenas ideas, tenacidad y trabajo duro de todos ellos. La verdadera “Primera Línea”. Ojalá que tengan éxito; tanto, que puedan dar empleo. La vida es dura y se les ha hecho más cuesta arriba con la pandemia, los coletazos del así llamado “estallido social” y ahora las restricciones de las cuarentenas.

Tan nocivos como el virus resultan el desempleo o baja actividad laboral y consecuentes angustias y estrés. Hay un común denominador en los reclamos por mayor flexibilidad: no se piden bonos, ni privilegios, ni tratos especiales. Piden que se les deje trabajar.

Por lo mismo, irrita escuchar a quienes tienen asegurado su sueldo a fin de mes que pontifiquen sobre estas medidas. Es fácil hablar en esta materia y decirles a otros cómo deben actuar; que deben ser generosos y considerados y un largo y latero etcétera, cuando no se pasan las penurias de familias enteras que viven de lo que pueden vender día a día.

Se confirma la propuesta de que, para postular a cargos públicos, concretamente al Congreso, se debe tener una sólida experiencia laboral en el mundo privado, al menos en una PYME. Ojalá hayamos aprendido la lección y Chile tenga mejores representantes, menor cantidad y mayor calidad.

Bueno sería –tanto Congreso como empleados públicos– un signo de solidaridad de su parte. Se ha propuesto un recorte en los sueldos. Me imagino que muchas municipalidades ya han adoptado medidas de austeridad para sortear este tiempo difícil.

No ha sido fácil lidiar con el virus. Nadie tiene una varita mágica para acabar con él. Sí, se nos exige mayor disciplina. Se pueden cumplir las reglas de juego, los protocolos, lo que debería redundar en una mejora de la actividad económica y que la subsistencia de muchos sea posible. Ojalá la mayor flexibilización de las restricciones traiga alivio.

Está en todos el apoyar lo local, los miles de emprendimientos que dan trabajo efectivo. Detrás de los “productos esenciales y no esenciales” no hay sólo números: hay gente de trabajo, de verdad esencial.

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