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Por qué Chile es diferente

Hermann González Coordinador macroeconómico y jefe de asesores del Ministerio de Hacienda

Por: Hermann González | Publicado: Miércoles 17 de abril de 2019 a las 04:00 hrs.
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Hermann González

El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de publicar su actualización de proyecciones para el crecimiento mundial, revelando que, tras alcanzar un máximo en 2017, la expansión global se desacelerará por segundo año consecutivo en 2019. Este año el mundo crecerá a su menor ritmo en una década y la desaceleración será generalizada. En la misma línea, la CEPAL ajustó a la baja sus proyecciones de crecimiento para América Latina y advirtió que los riesgos para la región continúan sesgados a la baja. Es notable que, en este contexto, ambas entidades mantuvieran inalterada la proyección de crecimiento de nuestro país.

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En 2018, Chile creció más que el mundo y las perspectivas de diversos agentes apuntan a que este año esa diferencia se repetiría. Si estas previsiones se concretan, se ratificará el significativo cambio que está experimentando nuestro país, en relación con el período 2014 y 2017 durante el cual crecimos a la mitad de lo que creció el mundo. Además, quedará en evidencia cómo las condiciones internas son claves para crecer y avanzar hacia el desarrollo.

No existe una bala de plata para recuperar el crecimiento y hacerlo sostenible, porque el desafío es multidimensional. Esta es una prioridad para el gobierno y, en consecuencia, es un principio orientador de todas las políticas que se están implementando. ¿Qué estamos haciendo? Por ejemplo, agilizando y destrabando proyectos de inversión, promoviendo e incentivando la competencia en diversos mercados, reimpulsando las concesiones, impulsando la transformación digital y la modernización del Estado, adaptando la regulación laboral para hacerla compatible con las necesidades del siglo XXI y promoviendo diversas iniciativas para convertir a nuestro país en un centro financiero regional.

También estamos impulsando una modernización del sistema tributario que tiene dentro de sus objetivos centrales, apoyar el crecimiento, la inversión y la creación de empleos. El proyecto, que hoy inicia su discusión en particular, reduce la tasa de impuesto final que pagan cerca de 870 mil contribuyentes, gracias a la reintegración del sistema tributario. Esta medida, además de eliminar una tremenda inequidad en el tratamiento tributario entre diversos agentes y fuentes de ingresos, aumenta el retorno final del capital, haciendo más atractiva la inversión en activos fijos. El proyecto también simplifica el sistema tributario y facilita el cumplimiento, lo que permitirá que las empresas, especialmente las pymes, dispongan de más tiempo y recursos para desarrollar sus ideas y proyectos. La modernización tributaria, además, aumenta la certeza jurídica y crea incentivos directos a la inversión como la depreciación instantánea, la extensión de la rebaja del crédito IVA a la construcción de viviendas y la reducción en el plazo para la devolución de IVA por compras de activos fijos, entre otras medidas.

Nadie puede discutir que el proyecto tributario será positivo para la inversión y el crecimiento económico, opinión que, por lo demás, ha sido respaldada por la OCDE y el FMI. El avance de la tramitación del proyecto en el Congreso será un gran aliciente para la confianza de los agentes económicos y permitirá que nuestro país siga diferenciándose y destacando en un mundo más incierto y menos dinámico.

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