Preparándonos para la era post Covid-19

Loreto Leyton

Hoy que todo se ve tan negro vale la pena recordar fortalezas con las que contamos para salir adelante cuando pase lo peor de la crisis sanitaria. Esta es una ganadora: nuestro país tiene 29 acuerdos comerciales con 65 mercados que representan cerca del 70% de la población mundial y casi el 90% del PIB mundial. Cuando salgamos de la emergencia sanitaria, nos tenemos que lanzar decididamente a capitalizar estos números como nunca. Y hacerlo con una fuerte apuesta por la intensificación de nuestras exportaciones y, muy en especial, por la diversificación de la canasta exportadora. Eso significará, más allá de números y porcentajes, puestos de trabajo.

Los pasos que tendremos que afrontar en materia comercial van a requerir la acción mancomunada del sector privado y del público, estableciendo alianzas público–privadas para trabajar tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En este último, el sector privado también cuenta con experiencia gracias al trabajo desarrollado en los consejos empresariales como los que se han ido constituyendo al alero de la SOFOFA. Me refiero a instancias binacionales, así como a aquellas formales de representación del sector privado en el Foro de Cooperación del Asia Pacífico (APEC) y la Alianza del Pacífico: el Consejo Asesor Empresarial de APEC y el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico. El Covid-19 nos obliga a trabajar en equipo.

Cuando logremos controlar el virus deberemos echar mano a la vasta red de tratados forjada durante décadas y, del mismo modo, aprovechar oportunidades de expansión a agrupaciones internacionales como, por ejemplo, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Comisión Económica Euroasiática y otros potenciales socios como India lo y países del Medio Oriente y África, entre otros.

Un fuerte sentido de trabajo en equipo también será necesario en el plano internacional. Sin una respuesta mancomunada como la que se produjo para la crisis de 2008-2009 será más difícil. En ese entonces, el G-20 –en el que participan naciones desarrolladas y en vías de desarrollo- consensuó un paquete de estímulo económico de US$ 2 billones (millones de millones). Hay quienes calculan que hasta US$ 7 billones se podrían requerir hoy.

Por último y no por eso menos importante, tenemos que apostar por la economía digital. No hay otra salida más que avanzar en la digitalización de las PYME, algo que ya estaba sobre la mesa de varios actores públicos y privados (incluido el Consejo Asesor Empresarial de APEC, ABAC, que el año pasado lanzó el marketplace para PYME MondeB2B), pero que ahora, antes que una ruta deseable, se ha transformado en la única viable.