Columnistas

Reforma laboral y productividad

Adolfo Navarro

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La reforma Laboral firmada por la Presidenta, que supuestamente moderniza las relaciones laborales entre empresa y trabajadores quedó en condiciones de ingresar a tramitación al Congreso.


Llama la atención el constante uso de las palabras "negociación" y "sindical" cuando en Chile, al igual que en paises vecinos, la participación en los sindicatos es de un sólo 15% por la falta de interés o la poca utilidad que tiene para los trabajadores. Salvo temas puntuales, la Reforma no aborda otros asuntos importantes.


La última Reforma Laboral en España, buscó corregir algunas de las ineficiencias que representaba el mercado del trabajo; excesiva segmentación entre trabajadores fijos y temporales, escasa flexibilidad para adecuar las condiciones laborales a las necesidades de cada empresa y sus trabajadores, escaso rendimiento de la intermediación laboral y mejora del capital humano de los trabajadores con menor calificación. Todo ello con objeto de reducir el desempleo estructural, elevar la productividad de la economía y reducir el costo social-económico del ajuste ante fluctuaciones de la demanda y la oferta. Una visión de largo plazo, que atiende las necesidades de los trabajadores pero también de las empresas ante un mercado volátil permanente.


A nivel local algunas propuestas de la Reforma plantean que no se pueda reemplazar a nadie que esté en huelga, que se entregue el monopolio de la negociación colectiva a los sindicatos, que se termine con la posibilidad de que grupos de trabajadores que no pertenecen a un sindicato puedan negociar colectivamente, que el piso para la nueva negociación sea el resultado de la anterior.Estas medidas pueden afectar gravemente a las empresas y, en consecuencia, a los trabajadores.La negociación colectiva, que entrega más atribuciones a los sindicatos, sólo terminará acentuando el conflicto, en vez de construir espacios para la cooperación entre las partes.


Sorprende que el ministro Arenas defienda el proyecto afirmando que este fortalecerá la productividad y competitividad de las empresas. La productividad es la relación insumo-producto, entre más productos se fabriquen con la misma cantidad de insumos mayor productividad. Es fundamental tener en cuenta la calidad, ya que se puede producir más unidades de productos con los mismos insumos pero con una calidad deficiente. Entonces, la productividad de la empresa es un número que surge de una ecuación que considera muchos factores. El aporte de la mano de obra es una de ellas y, tal como se ha definido en esta reforma, es un aporte negativo a la ecuación por lo tanto a la productividad de la empresa y, por ende, del país.

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