Repunte en el ánimo del sector privado

En línea con la recuperación observada desde septiembre, el Índice de Expectativas Empresariales (IEE) que elabora la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) alcanzó los 57 puntos al cierre del primer trimestre del presente año, es decir, un nivel propio de un escenario más optimisma y que dista del desánimo verificado en igual lapso de 2016.

De acuerdo al gremio, este repunte respondió fundamentalmente a la mejoría que esperan en las empresas en los ítemes de ventas y generación de empleo, y no así a las condiciones generales del crecimiento local, que tendieron a permanecer inalterables a marzo.

Lo que sí, la medición constató un tercer descenso consecutivo en las probabilidades que se le asignan a la economía de que enfrente un cuadro recesivo, las que se ubicaron en 32%, su piso desde que se inició el ciclo de baja en las expectativas en el mundo de los negocios a mediados de 2013.

Dado el contexto de desaceleración de la actividad interna, lo primero que se desprende de esta nueva recuperación del IEE es sorpresa, una grata por cierto, que bien puede representar el anticipo de un segundo semestre posiblemente más favorable para el país y, en el mejor de los casos, de un ejercicio 2018 de más clara reactivación económica.

Lo segundo, es que este resultado plantea un desafío a los actores del mundo político embarcados en la carrera hacia La Moneda. Es un hecho que las señales que emitan puede convertirse en un catalizador para sostener o, incluso, levantar aún más el ánimo de los hombres de negocios y, en particular, de la inversión, un supuesto crucial para impulsar el alicaído ritmo de expansión del Producto Interno Bruto (PIB).