Rol de startups en el desarrollo empresarial

Me ha correspondido trabajar prácticamente toda mi vida profesional en el mundo de las empresas establecidas o tradicionales, entendiendo por ello compañías que fueron formadas hace al menos un par décadas, algunas de las cuales han alcanzado gran éxito pero que en la actualidad están siendo amenazadas con la llegada de empresas de más reciente creación.

También me ha tocado conocer en los últimos años el mundo de los startups producto fundamentalmente de mi involucramiento como inversionista ángel en algunos emprendimientos, experiencia que considero muy valiosa por dos motivos en particular.

Primero, porque me ha llevado a darme cuenta de que en Chile hay una nueva camada de emprendedores que están desarrollado proyectos muy prometedores. Es común oír hablar de Crystal Lagoons, pero en realidad hay más empresas destacables que se han creado en su gran mayoría en los últimos diez años. Las que me ha tocado conocer más de cerca son los casos de Alto, Cumplo, Khipu y Admetricks, pero estoy seguro que hay muchos más.

Segundo, porque la relación con startups que hacen uso de tecnologías digitales me ha permitido ganar una valiosa experiencia, la cual me ha sido especialmente útil para impulsar el desarrollo de estrategias digitales y la gestión de la innovación en las empresas tradicionales en que soy director.

Sin embargo, me preocupa que en Chile no se esté produciendo el nivel de interacción entre las empresas tradicionales y los startups que se observa en otros países. La experiencia internacional muestra que las empresas tradicionales pueden mejorar su capacidad de desarrollo e innovación, además de hacerse más productivas, a través de su interacción con empresas de reciente creación. De hecho hay diversos casos de empresas tradicionales que han logrado adaptarse a los cambios tecnológicos vía la compra y/o asociaciones con startups. De modo inverso, también hay varios casos de startups que han logrado financiar su desarrollo con el aporte de empresas tradicionales y aprovechar la experiencia de éstas para maximizar sus probabilidades de éxito.

Estoy seguro que a la gente que trabaja en empresas tradicionales le convendría apoyar más a las nuevas generaciones de emprendedores y empresarios. Les aseguro que ello les permitiría, al igual que a mí, ganar una experiencia valiosa. Eso sí, esta es una recomendación que hago sólo a aquellos que estén dispuestos a perder los recursos que inviertan, ya que en la práctica son pocos los startups que terminan siendo exitosos. Por ello no le puedo asegurar que todos harán una inversión rentable pero sí que conocerán prácticas de gestión que les serán muy útiles para su trabajo en las empresas tradicionales. Ahora, sí habrán unos pocos que lograrán obtener una alta rentabilidad con su inversión.

Una de las cosas que he aprendido es que en los startups la obtención de buenos resultados financieros se relaciona mucho con la experiencia que ofrecen a los clientes que compran sus productos o servicios. También me han impresionado los ambientes laborales que normalmente existen en este tipo de empresas. Me refiero a equipos de personas que trabajan duro pero que se ven más realizados en promedio que aquellos que trabajan en empresas tradicionales. Además, son gente que está dispuesta en general a recibir compensaciones fijas bajas a cambio de retribuciones variables altas. Y no se trata de personas con menor calificación sino que todo lo contrario. En efecto, es usual toparse en los startups con gente que estuvo entre los mejores alumnos en la universidad y con profesionales que han tenido carreras exitosas en empresas tradicionales de primer nivel.

Un hecho que me llama mucho la atención es que, entre las diez empresas que tienen actualmente mayor capitalización de mercado en el mundo, hay cinco que hasta hace poco tiempo eran startups. Luego, pienso que hay startups que tienen un germen que sería valioso poder transmitir a las empresas tradicionales en Chile.