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“Santiago Respira”, el cuestionado nuevo plan de descontaminación

Abogado, Máster en Derecho Ambiental y Recursos Naturales

Por: Enrique Gillmore | Publicado: Miércoles 12 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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El Ministerio del Medio Ambiente junto a la Intendencia Metropolitana dieron a conocer la semana pasada el nuevo plan de descontaminación atmosférica para la Región Metropolitana. Este programa, que busca disminuir la contaminación de Santiago, viene a reemplazar el Decreto Supremo 66 de 2010, el que de acuerdo con lo señalado por las autoridades ministeriales permitió reducir en un 70% la contaminación.

Hoy la realidad y las exigencias son otras, por lo cual se requiere de nuevas medidas que permitan continuar con los logros alcanzados. En esa línea, el Plan “Santiago Respira” contempla entre otros requerimientos la norma Euro VI para los buses del Transantiago, considerada como la más exigente y menos contaminante; el establecimiento de zonas de baja emisión, prohibiéndose el ingreso de camiones determinado sectores de la ciudad; revisiones técnicas más exigentes y el diseño de nuevos incentivos económicos para vehículos menos contaminantes.

Otro sector afectado es el industrial, en donde también se aplicarán normas más exigentes para buscar la reducción de la emisión del material particulado, control de emisiones en la agroindustria y una nueva norma de emisión para grupos electrógenos.

Sin embargo, este plan no ha estado exento de polémica ya que incluye entre las medidas de gestión de episodios críticos -en un periodo que irá del 1 de mayo al 31 de agosto de cada año-, una restricción para los vehículos catalíticos inscritos antes del 1 de septiembre de 2011 y para las motocicletas inscritas antes del 1 de septiembre de 2010, prohibiciones que no han sido bien recibidas por sectores políticos y organizaciones de usuarios.

La crítica de algunos parlamentarios de la Región Metropolitana se ha centrado en que la autoridad debe trabajar con mayor profundidad las medidas planteadas e implementar incentivos para la adquisición de vehículos híbridos o eléctricos. Desde los municipios, al contrario, han realizado propuestas interesantes, como una rebaja proporcional al permiso de circulación los días que no puedan transitar.

Esta será una discusión que seguirá vigente si no se vislumbran incentivos claros para los automovilistas y las industrias, ni se reconocen las inversiones realizadas para disminuir la contaminación. Igualmente, será relevante el presupuesto que se destine a la Superintendencia del Medio Ambiente, ya que se requerirá de una mayor fiscalización, situación que fue considerada incompleta por el Informe de Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile elaborado por la OCDE.

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