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¿Se escuchan realmente las necesidades locales?

Pedro Fierro Subdirector Fundación P!ensa

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Pedro Fierro

En P!ensa hemos dado a conocer los primeros resultados de la segunda encuesta de calidad de vida en la región de Valparaíso, estudio promovido junto a la Caja 18 y ejecutado por Adimark.

Está claro que lo que se mide en un estudio como éste son solo percepciones, pero son precisamente éstas las que suelen ser utilizadas para evaluar niveles de gobernabilidad en el escenario internacional. Aquí radica la importancia de los datos dados a conocer.

Si bien los resultados son diversos, quisiera detenerme en solo tres dimensiones que hoy tienen una especial importancia: salud, conectividad y seguridad.

Respecto a la primera, ya los resultados del año pasado nos indicaban que un 39% de habitantes de la región evaluaban negativamente la calidad de la salud. El problema se profundizaba cuando se referían a la disponibilidad de especialistas o a los tiempos de espera en urgencia, donde la disconformidad llegaba a un 59%. Los datos de este año no mejoraron mucho. Un 38% sigue evaluando desfavorablemente la calidad del servicio, mientras que los tiempos de espera alcanzan un rechazo del 57%.

Sobre seguridad la situación se vuelve aún más compleja. Al 2014 el 44% de los habitantes de la región consideraban que su país era inseguro. Este año 2015 la cifra aumenta a 49%.

Finalmente, la conectividad merece trato diferenciado. Si consideramos la frecuencia del transporte urbano, veremos que la aprobación positiva bajó más de 10 puntos porcentuales (de 50% a 38%). Algo parecido sucede con la calidad del transporte urbano, donde de un 45% de aprobación pasamos en un año a solo el 36%.

Con todo esto, ¿estamos escuchando realmente las necesidades locales?

Considerando la forma en que se han dado las discusiones sobre estos temas, bastante lógica pueden tener los resultados.

El caso de la salud, por ejemplo, es elocuente. En tiempos en donde todavía se debate sobre el desvío de fondos para hospitales regionales y sobre las licitaciones a privados, la gente sigue teniendo una evaluación negativa del acceso, la calidad y los tiempos de espera. ¿Importará quién haga los recintos cuando hemos sido incapaces de superar las colas en los servicios de urgencia?

La seguridad es un tema complejo en sí mismo. Si bien es cierto que los índices de victimización parecen haber bajado este año, el grado de temor ha aumentado. En otras palabras, nos sentimos más inseguros.

Finalmente, lo que pasa en conectividad es crítico. Pese a ser una problemática más local, las percepciones obtenidas en el estudio "P!ensa 18" se condicen completamente con el debate público regional. Las fallas del MERVAL y la engorrosa licitación de la avenida principal de la conurbación Viña-Valparaíso parecen haber llegado a la ciudadanía.

En definitiva, los datos obtenidos en la Encuesta P!ensa 18 parecen demostrar una vez más la fractura entre las elites políticas y las problemáticas locales. Así, mientras el foco siga estando en proyectos ideologizados, pocas probabilidades de éxito tendremos.

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