Sí, es hora de la unidad

l país entero vive momentos especialmente tensos y complejos a raíz de los esfuerzos por enfrentar la pandemia. Dichos esfuerzos se centran fundamentalmente en dos grandes pilares, que son un proceso de vacunación contra el Covid-19 que hasta ahora ha avanzado en forma expedita, y un endurecimiento de las restricciones sanitarias en razón de la reciente alza en los contagios. Esto último es lo que explica la entendible decisión del Gobierno de pedir un aplazamiento de las elecciones a alcaldes, concejales, gobernadores y constituyentes, que de otra forma habrían sido el próximo fin de semana, durante un peak de las infecciones.

Estos factores, sumados al impacto económico de la pandemia en los trabajadores, las familias y las empresas, han tensionado el clima social. Las condiciones bajo las cuales hoy desenvuelven sus vidas los chilenos son, además de anómalas, indudablemente estresantes. Es ahora cuando desde los liderazgos políticos, empresariales y sociales se espera escuchar mensajes positivos y constructivos, que ayuden a los ciudadanos a sobrellevar un poco mejor estas duras circunstancias. Y también, que sirvan para construir, desde un fuerte acento en el desafío común, una mejor base para enfrentar lo que reste de esta crisis.

Así debe entenderse que el ministro de Salud, junto con llamar a “una actitud propositiva” de todos los actores y a lograr “apoyo transversal para el manejo de la pandemia”, destacara el llamamiento a la unidad de los chilenos hecho por un precandidato presidencial opositor. Ese camino parece sin duda más conducente a un ambiente constructivo, que las críticas a un supuesto “exitismo” en el combate al coronavirus, por ejemplo.

En medio de esta crisis -que mezcla la emergencia sanitaria con las secuelas del estallido violento del 18-0-, apelar a la unidad de los chilenos puede parecer ingenuo. Eso es parte del problema. Recuperar la capacidad de creer en aquello que tenemos en común -un país compartido- será clave para salir con éxito de esta crisis. Las autoridades y los líderes políticos deben ser los primeros en recordarlo.